Alejándose un poco de su perfil terrorista pero tampoco olvidándolo del todo, Carlos es la biopic de Ilich Ramírez Sánchez más conocido como Carlos “El Chacal” Martínez Torres. En 1994 es arrestado por células de contraespionaje francés y Estados Unidos desarrolla una peli llamada The Jackal dirigida por Michael Caton-Jones en 1997 donde se caricaturiza completamente la imagen de este personaje y se aparta tanto que casi no tiene relevancia. “El Chacal” es personificado por Bruce Willis, perseguido y atrapado por Richard Gere. ¿Qué podría ser más patético, “El Chacal” siendo atrapado por Gere o este tratando de imitar desafortunadamente el acento de un norirlandés ex-elemento del IRA?
Olivier Assayas retrata a este personaje en Carlos de una manera bastante diferente al imaginario que tenemos. Ni era tan heroico, ni era tan peligroso y mercenario como lo pintan ambas partes. Carlos es un abanderado de la extrema izquierda latinoamericana que se lanza a entrenamiento y combate subversivo por la meta política afiliada a la liberación de Palestina y uno de sus frentes el FPLP. Por su entusiasmo, su gusto por las grandes operaciones y la huída de París asesinando a un par de agentes franceses, hiriendo a uno más y ajusticiando a un supuesto libanés que lo estaba delatando se volvió una celebridad. Assayas describe en esta serie de TV (adaptada al formato de cine en nuestras salas) como “El Chacal” se fue llenando de soberbia y su extraña popularidad lo fue cegando. Fue un ídolo que emplazó la imagen del reciente fallecido Ernesto Guevara a finales de los 60’s y fue uno de los hombres más buscados en los 80’s cuando la persecución al comunismo se hizo más virulenta; en el momento que se desploma mundialmente esta ideología con la Perestroika y la caída del Muro de Berlín, no hubo nadie que pudiera protegerlo, lo cual facilitó su posterior aprisionamiento.
El formato no termina de gustarme, no es un programa de TV, no es una peli. Yo sabía que era una serie de Sundance Channel pero la adecuación en salas es afortunada para los que pudimos aprovecharla, sin embargo entiendo perfectamente la gente que se paró y se fue, los reto a que se vean tres capítulos, de una hora cada uno, de la serie que más desean True Blood, Big Love, Breaking Bad, House M.D., Game of Thrones y entenderán a lo que se enfrentan además si es medio histórica estos capítulos pueden ser como The Tudors, The Pacific o Treme esas tres horas pueden ser tortuosas, siendo sinceros yo no las sentí. Imaginé como terminaba cada capítulo y pude lograr el ritmo televisivo, lo cual me ayudó a sostenerme casi sin parpadear toda la peli.
En los European ganó mejor montaje (Marion Monnier, Luc Barnier), en los Globo mejor mini serie para TV, en Los Angeles mejor director y mejor peli, en el Círculo de Críticos de Nueva York mejor peli extranjera, en San Pablo mejor peli pero definitivamente sus credenciales más importantes se las lleva sin duda Édgar Ramírez quien ganó Londres, Los Angeles, Montecarlo, Online Film Critics y el Gremio de Actores de Hollywood (además codo a codo peleó con Al Pacino, Ian McShane e Idris Elba en los Globo como mejor actor en una mini serie para TV). Su actuación y su transformación es lo que paga la boleta y el hecho que esta serie no la van a pasar en ningún canal de nuestra TV, en su formato original.
Aún quedan un par de salas donde la están presentando para los que estén interesados.