Percy Jackson es un triste intento de Hollywood por tratar de acaparar algo de la atención lograda por la franquicia de Harry Potter en el público infantil. Tal fue el desespero que fueron capaces incluso de contratar al director de la primera y la segunda parte británica, Chris Columbus. El resultado una pieza falta de originalidad, deslucida y con unas actuaciones muy pobres de Sean Bean, Kevin McKidd, Steve Coogan y Pierce Brosnan que hasta ahora se había mantenido en una zona de confort que le permitía escoger personajes fáciles de llevar, empáticos y seguros en aceptación. Entre más se nombra el reparto más descalabrado se torna Joe Pantoliano, Rosario Dawson, Uma Thurman y completamente inexplicable Catherine Keener en su papel más deplorable comercialmente hablando.
Sin ir más lejos, imagino que fue un revuelo comercial pero cero proposición, cero originalidad y el mito que es lo verdaderamente bonito termina siendo una fábula banal de un adolescente disléxico.