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Judy

Es increíble e innegable, después de que hay una gran sorpresa temática en Hollywood, cómo la industria se apropia del logro y se vuelca a producir cuanta historia se relacione con dicho tema. No hay duda, que, precisamente, es lo que la hace industria y rentable; además le reconocemos que en ese ejercicio, las producciones independientes dejan florecer sus directores, sus guionistas, sus actores y de vez en cuando se siente la renovación del medio. Esas producciones que depredan la moda «hollywoodense» se las conoce como carnada para el Oscar y a veces La Academia vuelve a picar o y otras veces no, siguiendo derecho su camino directo hacia el olvido.

No estoy diciendo que Sam Mendes tiene que reinventarse cada vez que logra un reconocimiento o que Tom Hanks no pueda explotar esa fórmula melodramática que tanto éxito le ha dado -de todas formas, parafraseando a Gary Lineker, el cine requiere de un director, unos actores, un guión, una cámara y siempre los Oscar se los lleva Meryl Streep o Daniel Day-Lewis-. Es crudísimo decirlo pero Judy no es nada más que el resultado de la explotación temática del melodrama de Bohemian Rhapsody. La actuación de Renée Zellweger es cautivante, la historia de Judy Garland es durísima y la crítica a Louis B. Meyer/Metro Goldwin Meyer es interesante pero apenas si se disuelve como el humo de uno de sus cigarros.

El drama de la historia, repito, no estaba en la decadencia, sino en la fábula de Caperucita con zapatos de rubíes engatusada por el feroz Louis B. Meyer, en el bosque de la MGM. Y aunque me sorprende -estuve «googliando» y no me cabe en la cabeza que esa señora tan acabada tuviera casi mi edad, 47 años-, me molesta que Hollywood se haya arrodillado a esta cinta y a su actriz principal, más como un sentimiento de culpa por haber abandonado, de manera prematura, a uno de sus pilares en el esplendor de su vida que de pronto por la calidad misma de la pieza. Me enfurece que por lo mismo, hoy esté opacada Scarlet Johansson con un excelente trabajo y que seguramente se le robe su merecida estatuilla.

Sin lugar a dudas, yo mandaba esta peli al ostracismo de su propia decadencia.

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Biopic, Epochal, Exploitation, Folk, Hollywood, Internet, Jay Roach, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Politicae, Vacacion

Bombshell

Al igual que Adam McKay (Vice, The Big Short), me encanta que Jay Roach ha venido desarollando ese lado aún más oscuro en lo sarcástico de su comedia y que tiene algo más que decir sobre el estado político de Estados Unidos. En ambos directores, además, se elige una serie de actores tan espectaculares que su imitación de los personajes principales es tan absurdamente buena que terminan siendo aclamados por sus desempeños.

Por ejemplo, Lyndon B. Johnson en All the Way caracterizado por Bryan Cranston -casi tan fielmente que nos preguntamos a veces si esas imágenes no eran de archivo-, Sarah Palin y John McCain en Game Change caracterizados por Julianne Moore y Ed Harris, respectivamente -e igual, fueron tan impresionantes las personificaciones que hasta se hicieron muy controvertidas-, y tal vez la excepción con Jay Roach y sus personajes fue Recount con todo el fenómeno de reconteo en las elecciones presidenciales para el periodo 2000-2004 donde se hizo más desarrollo de personajes por parte de los actores que una personificación per sé de sus apariencias. Con McKay, en la misma dirección pero a otro precio, el realizador tenía un largo, largo, trayecto de dirección de piezas cómicas, series y largometrajes, me atrevo a decir que por el excelente e innovador trabajo de las pelis de Jay Roach entró en un campo donde la sátira es más interesante que el sarcasmo; así la personificación de todo el reparto de The Big Short fue impresionante pero al mismo «nivel Jay-Roach» Dick Cheney en Vice caracterizado por Christian Bale dió frutos en la velada de Los Oscar -el trabajo de Amy Adams como Lynne Cheney, Steve Carrell como Donald Rumsfield o incluso la apuesta de Sam Rockwell como George W. Bush fueron de una calidad elevadísima logrando el año pasado sólo para lo que estamos tratando tres nominaciones y un Oscar a mejor maquillaje, además de ser considerada para mejor peli, director, guión y montaje-.

Lo de este año con Bombshell de Jay Roach es atrevido. Una trama dentro de la caída más dura del ala conservadora de las noticias, en pleno ascenso de Donald Trump, cuando por conducta inapropiada y acoso sexual sistemático es acusado Roger Ailes, director ejecutivo de Fox News. Un trabajo alusinante que empieza con una presentadora de noticias; por sus rasgos y las líneas de diálogo entendemos que es Megyn Kelly pero quién diablos podría descifrar que es Charlize Theron (yo la verdad me demoré una media hora y seguía incrédulo casi hasta la mitad de la peli que salió en un ambiente más familiar, sin imágenes de archivo de contexto, con la defensa más baja y “sin maquillaje” -yo no si sea capaz de ganarle a Renée Zellweger, favorita este año como mejor actriz, pero aquí nadie puede negar su gran desempeño-). El resto de las personificaciones son igualmente impresionantes. Al lado de Theron, Nicole Kidman como Gretchen Carlson, el fabuloso John Lithgow como Roger Ailes y todos y cada uno de los personajes de Allison Janney, Malcom McDowell, Connie Britton que respaldaron con creces el trabajo de sus líderes de estudio.

Me causa inquietud que así me haya visto la mayoría de piezas de Roach y McKay no haya hecho del todo sus reseñas. Creo que no termina de convencerme el formato o el regusto o la intención así alabe su hazaña. Bombshell no es diferente y a su vez deja mucho que desear. ¿Jay Roach es el informante positivista que la realidad de Estados Unidos necesita? ¿No es mejor un historiador capacitado para esta labor? Es decir, ¿No le hace más daño al hecho real que lo que se retrata sea realizado por un director argumentativo y no por un documentalista? ¿Hay algo más que rescatar que el escándalo y las buenas actuaciones? Sinceramente, entre mejor logra el retrato más se pierde el contexto y si no es por el trabajo ya resaltado de sus capitanes de actuación personalmente creo que la verdad sería mejor una serie documental en Netflix y ya. De esta forma sin lugar a dudas, caracterizaría esta pieza como de explotación y melodrama.

Sin embargo, esta trama tiene algo diferente que me logra sacar de este abismo de pesimismo por la pieza. Si uno libera de esta obra el trabajo de Theron, de Kidman y de Lithgow la esencia no es otra que Margot Robbie interpretando a Kayla Pospisil. Una chica inocente, ingenua, llena de ilusiones y ambiciosa como todas las chicas que llegaron a un punto donde el paso obligatorio era el segundo piso, la oficina de Ailes. Tal vez, este ligero ardid, esta pequeña figura literaria de Charles Randolph armando un personaje común, una heroína de mil caras -interpretada desde las entrañas por Robbie– no sólo convalida todas sus nominaciones sino que podría salvar este cartón que es Bombshell.

El siguiente trabajo de McKay es sobre Elizabeth Holmes de Theranos a quien conocemos por el excelente documental de Alex Gibney para HBO, The Inventor, y ya veo montada en ese potro a Jennifer Lawrence pero podría también estar cayendo en la misma red del retrato naturalista que al final sólo sirve para documentar el folklore de una época y no más.

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Moneyball

Bennett Miller es un director joven, muy reconocido por su Capote de Philip Seymour Hoffman y para mi un gran director independiente que logra en su ópera prima el prestigio de un director de muy alta categoría. No había escuchado mucho de él hasta que empezó a resonar Moneyball. Una peli protagonizada por Brad Pitt y Jonah Hill en lo que, para mí, parece ser otra versión de Jerry Maguire de Cameron Crowe, donde cambiamos fútbol americano por beisbol. Sin embargo la crítica está enloquecida con el filme Roger Ebert dice que es una pieza inteligente, Rotten Tomatoes la certicica como fresca con un 94% de aceptación, The Hollywood News report afirma que enloquece las taquillas y yo quedo boquiabierto e intrigado.

Les dejo el corto a continuación para que me ayuden a decifrar ¿cuál será el encanto de esta peli?¿Será esta la oportunidad de Pitt para por fin llevarse un Oscar?¿En serio Jonah Hill-Brad Pitt no están haciendo una versión de Renée Zellweger-Tom Cruise? No se, ustedes dirán…

Brad Pitt (Billy Beane)
Jonah Hill (Peter Brand)
Philip Seymour Hoffman (Art Howe)
Robin Wright (Sharon)
Chris Pratt (Scott Hatteberg)
Stephen Bishop (David Justice)

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Hall Pass

Si me preguntan honestamente la única peli de los Farrelly que aún no me he visto es Stuck on You, de resto (Dumb & Dumber, Kingpin, There’s Something About Mary, Me, Myself & Irene, Osmosis Jones, Shallow Hal, The Heartbreak Kid) todas han pasado por aqui y las trato de buscar siempre en salas. No se porqué. Me divierten, me relajan, me sorprenden incluso me conmueven.

Su última peli tiene el nombre «Hall Pass» que más o menos fue bien traducida a “Pase Libre“. Es una licencia pequeña que tienen los estudiantes para no asistir a clase pero se ha posicionado como una circunstancia donde una pareja, puede estar casada o no, se dan un tiempo-espacio de libertad absoluta para hacer lo que quieran. Como muchas de las pelis de los Farrelly, este tipo de situaciones están basadas en hipótesis de psicoanálisis donde sus personajes son llevados de extremo a extremo y con un final, generalmente, moralista.

También se puede decir que Hall Pass se extiende a la gran cantidad de actores que han pasado por las cámaras y libretos de los Farrelly para hacer cosas tan descabelladas como entrenar a un amish subversivamente en bolos, usar semen como gel para el pelo, comprar un megaconsolador y Jack Daniel’s al mismo tiempo o simplemente menear el coxis como un perrito faldero en tan sólo una pequeña recopilación de la gran lista de absurdos de este par de hermanos. Pero la gran pregunta sería ¿quién se propondría actuar con estos libretos y estas historias? La lista es sorpresivamente extensa, Jim Carrey (dos veces), su ex-esposa Lauren Holly, Jeff Daniels, Woody Harrelson, Randy Quaid, Bill Murray, Ben y Jerry Stiller, Matt Dillon, Cameron Diaz, Chris Elliott, Jeffrey Tambor, Keith David, Renée Zellweger, Anthony Anderson, Chris Cooper, Chris Rock, Laurence Fishburne, William Shatner, Jack Black, Jason Alexander, Gwyneth Paltrow, Matt Damon, Greg Kinnear, Eva Mendes, Seymour Cassel, Jimmy Fallon, Drew Barrymore, Malin Akerman, Michelle Monaghan y por supuesto su actor fetiche Richard Jenkins.

Hall Pass no es la excepción, una peli comercial, con una aproximación moralista de lo que debe ser la confianza en un matrimonio, nos presenta una actuación alternativa de Owen Wilson, no muy diferente pero tampoco igual, y un reparto ecléctico conformado por Jason Sudeikis (SNL), Jenna Fischer (The Office), Christina Applegate (Married with Children, The Sweetest Thing), Stephen Merchant (The Office, Extras, Ricky Gervais Show) y la hermosa australiana Nicky Whelan.

Es una peli divertida, relajante y con el estilo de los Farrelly que no defraudan. Yo siempre me trato de ver estas pelis en salas pero puede ser también recomendado verlas un domingo en la tarde cuando salgan en TV.

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Leatherheads

Cuando uno piensa en George Clooney generalmente uno piensa en actor, sin emabrgo si uno es atento y revisa bien los créditos de las pelis se puede dar uno cuenta que Clooney igualmente es productor, generalmente, de las pelis en las que él actúa y una que otra peli independiente (generalmente son pelis bien entretenidas), es escritor de una (Good Night, and Good Luck) y también es director.

Hoy estuve revisando y resulta ser que me he visto las tres pelis de Clooney y en su orden cronológico. Confessions of a Dangerous Mind de 2002 basada en la novela de Chuck Barris y con el guión de Charlie Kaufman, Good Night, and Good Luck de 2005 que lo llevó incluso a varias nominaciones al Oscar de La Academia y Leatherheads de 2008.

Como actor es garantía de una peli entretenida, a veces con humor fino y otras veces con dramas bastante crudos. Como escritor se toma demasiado serio las cosas y no lo hace naturalmente entonces se siente un poco acartonanado o ladrilludo y como director pues ha sido una loma en bajada. Su primera peli, de la mano de Kaufman me pareció un éxito como producto, su segunda es interesante, es contestataria pero repito un poco muy seria y acartonada. En esta su tercera, vuelve a relajarse un poco, haciendo comedia junto Renée Zellweger, Jonathan Pryce y John Krasinski pero no es una peli que uno vaya a destacar mucho en el futuro.

La banda sonora es impecable, así como el vestuario y los parlamentos que hacen una ambientación de excelente factura. Un detalle de fina coquetería fue usar la marca de Universal Pictures de la época, sin embargo los créditos estuvieron más bien mediocres.

La peli aguanta un domingo pero seguro Clooney es mejor actor y productor ejecutivo que director hasta ahora con lo que ha venido mostrando. No conozco más proyectos en el futuro que no sean actorales. Yo le pongo fé para que ojalá le vuelva a sonar la flauta.

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