
Debo afirmar que soy fiel seguidor de la franquicia de Harry Potter, unas pelis me han gustado más que otras pero siendo sinceros últimamente estoy asistiendo con algo de fanatismo a verlas.
Desde la tercera edición, Harry Potter and the Prisoner of Azkaban, dirigida por Alfonso Cuarón, la franquicia dejó de ser una serie de historias insulsas para niños para convertirse en una trama un poco más madura con suspensos y ritmos bien manejados. Esta, La Tercera, sigue siendo para mí la mejor peli de toda la serie, las dos siguientes tienen un gran poder argumental dentro de la serie pero no me han logrado convencer del todo, me mantienen atento a la trama pero les hace falta mucha cinematografía, sumado al hecho que los protagonistas, entre ellos Daniel Radcliffe, se han sentido absorbidos, encasillados y desmotivados. Hemos visto como Radcliffe ha intentado tener proyectos paralelos como December Boys donde ha tenido más retos de dramaturgia o proyedctos ligeros de televisión que le pueden haber dado aires de frescura pero al final mantener esos dos universos van a acabar con la poca paciencia del actor.
En teoría, la serie se acaba con la séptima versión del libro, Harry Potter and the Deathly Hallows, que va dividida en dos partes hasta ahora en filmación y ya alcanzamos a deslumbrar en esta sexta peli acciones de desenlace, lo que hace muy llamativa la serie en este momento.
Al director David Yates se le dió una nueva oportunidad en la franquicia, anteriormente había dirigido Harry Potter and the Order of the Phoenix y lo había logrado con cierta normalidad. En esta peli en particular se siente más tranquila la dirección y sus protagonistas adquieren una sobriedad dramática bastante interesante. Ahora, no hay que desmentir, que lo que ganan en fantasía e historia lo potencian en dirección y respaldo actoral. Para nadie es secreto que uno de los grandes encantos de la serie es que en cada uno de sus capítulos un monstruo de la actuación británica aparece y le pone un poquito de condimento a la situación. El listado es absurdamente grande, me limito a nombrar a Jim Broadbent, Helena Bonham Carter, Timothy Spall, DavidThewlis, los recurrentes Alan Rickman, Maggie Smith, Robbie Coltrane y Michael Gambon. No voy a negar tampoco que he acompañado a Emma Watson convertirse en una joven y hermosa mujercita y que me ha cautivado también desde la tercera edición.
Creo que ha sido beneficioso para la historia que Harry Potter sea más dueño de sus actos, con sus aciertos y desaciertos, porque hace más creíble la sustancia del héroe que todos admiran, anteriormente la inteligencia y dedicación de Hermione, el coraje y valor de Cedric, el apoyo sustancial de los gemelos Wesley o incluso el padrinazgo de Black, Lupin, Hagrid, Snape y Dumbledore hicieron de Potter un héroe casual casi artificial y de alguna forma denigro la imagen del poderoso mago que ya casi estaba creyendo.
En esta peli, y espero en la conclusión de la franquicia, Harry Potter es el dueño de la pantalla, estará si acompañado en segundo plano de Hermione, para desgracia de unos, pero se convertirá en el protagonista real de la historia. Cualquier cambio en este sentido irá en retroceso de lo ya alcanzado en estas últimas tres ediciones.
Es muy agradable ver el desarrollo actoral y físico de todo el reparto ver como Draco se ha vuelto grande y amargo, que los mellizos ya son empresarios, que Hermione está más linda que nunca y que el resto del equipo ha sido fiel a la franquicia. No tengo un ejemplo claro de una serie en seis capítulos donde se haya alcanzado que la mayoría de su reparto se haya mantenido invariable durante toda la franquicia, en este caso a excepción de Richard Harris, el antiguo Dumbledore que falleció antes de tiempo, todos han estado constantes, eso agrega un toque de consistencia bastante inusual y atractivo para los espectadores.
Debo afirmar que soy fiel seguidor de la franquicia de Harry Potter, unas pelis me han gustado más que otras pero siendo sinceros últimamente estoy asistiendo con algo de fanatismo a verlas.
Desde la tercera edición, Harry Potter and the Prisoner of Azkaban, dirigida por Alfonso Cuarón, la franquicia dejó de ser una serie de historias insulsas para niños para convertirse en una trama un poco más madura con suspensos y ritmos bien manejados. Esta, La Tercera, sigue siendo para mí la mejor peli de toda la serie, las dos siguientes tienen un gran poder argumental dentro de la serie pero no me han logrado convencer del todo, me mantienen atento a la trama pero les hace falta mucha cinematografía, sumado al hecho que los protagonistas, entre ellos Daniel Radcliffe, se han sentido absorbidos, encasillados y desmotivados. Hemos visto como Radcliffe ha intentado tener proyectos paralelos como December Boys donde ha tenido más retos de dramaturgia o proyedctos ligeros de televisión que le pueden haber dado aires de frescura pero al final mantener esos dos universos van a acabar con la poca paciencia del actor.
En teoría, la serie se acaba con la séptima versión del libro, Harry Potter and the Deathly Hallows, que va dividida en dos partes hasta ahora en filmación y ya alcanzamos a deslumbrar en esta sexta peli acciones de desenlace, lo que hace muy llamativa la serie en este momento.
Al director David Yates se le dió una nueva oportunidad en la franquicia, anteriormente había dirigido Harry Potter and the Order of the Phoenix y lo había logrado con cierta normalidad. En esta peli en particular se siente más tranquila la dirección y sus protagonistas adquieren una sobriedad dramática bastante interesante. Ahora, no hay que desmentir, que lo que ganan en fantasía e historia lo potencian en dirección y respaldo actoral. Para nadie es secreto que uno de los grandes encantos de la serie es que en cada uno de sus capítulos un monstruo de la actuación británica aparece y le pone un poquito de condimento a la situación. El listado es absurdamente grande, me limito a nombrar a Jim Broadbent, Helena Bonham Carter, Timothy Spall, David Thewlis, los recurrentes Alan Rickman, Maggie Smith, Robbie Coltrane y Michael Gambon. No voy a negar tampoco que he acompañado a Emma Watson convertirse en una joven y hermosa mujercita y que me ha cautivado también desde la tercera edición.
Creo que ha sido beneficioso para la historia que Harry Potter sea más dueño de sus actos, con sus aciertos y desaciertos, porque hace más creíble la sustancia del héroe que todos admiran, anteriormente la inteligencia y dedicación de Hermione, el coraje y valor de Cedric, el apoyo sustancial de los gemelos Wesley o incluso el padrinazgo de Black, Lupin, Hagrid, Snape y Dumbledore hicieron de Potter un héroe casual casi artificial y de alguna forma denigró la imagen del poderoso mago que ya se estaba creando.
En esta peli, y espero en la conclusión de la franquicia, Harry Potter es el dueño de la pantalla, estará si acompañado en segundo plano de Hermione, para desgracia de unos, pero se convertirá en el protagonista real de la historia. Cualquier cambio en este sentido irá en retroceso de lo ya alcanzado en estas últimas tres ediciones.
Es muy agradable ver el desarrollo actoral y físico de todo el reparto ver como Draco se ha vuelto grande y amargo, que los mellizos ya son empresarios, que Hermione está más linda que nunca y que el resto del equipo ha sido fiel a la franquicia. No tengo un ejemplo claro de una serie en seis capítulos donde se haya alcanzado que la mayoría de su reparto se haya mantenido invariable durante toda la franquicia, en este caso a excepción de Richard Harris, el antiguo Dumbledore que falleció antes de tiempo, todos han estado constantes, eso agrega un toque de consistencia bastante inusual y atractivo para los espectadores.
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