Esta noche descubrí que lo que más me gusta de los thrillers de suspenso son los acompañamientos musicales. Hans Zimmer por Inception, Ryûichi Sakamoto por Snake Eyes, Philip Glass por Cassandra’s Dream y Alexandre Desplat por The Ghost Writer. Tal vez en esta última no sea tan evidente como en las tres anteriores pero el aire enigmático que logra aportarle a la peli y su último acorde en la historia, justo antes de los créditos, es sencillamente escalofriante.
Hablando de grandes directores, grandes directores de thrillers y grandes escritores-directores cómo perderse The Ghost Writer, el último título de Roman Polanski en nuestras carteleras de cine que viene de ser ovacionado en la reciente Berlinale al llevarse el Oso de Plata como mejor director y ser nominada para el Oso de Oro.
El maestro del thriller vuelve con una de suspenso político, hurgando entre las vulnerables debilidades de sus archienemigos, los estadounidenses y la CIA pero atacándolos mordazmente con esta espeluznante pieza que lo tiene a uno como espectador atando cabos todo el tiempo y armando su propia teoría de conspiración para lograr entender sólo al final la verdadera intención.
Una peli lograda, si, gracias al ingenio del mismo Polanski pero armónicamente protagonizada por Ewan McGregor, Kim Cattrall, Olivia Williams y Pierce Brosnan, destacando el excelente esfuerzo de Brosnan de hacer algo diferente a un ladronzuelo sofisticado pero sobretodo el desempeño alucinante de la hermosa Olivia Williams (Rushmore, An Education). Polanski nos deja bien claro quién es el rey del suspenso al adaptar la novela de Robert Harris y nos permite ser testigos de su herencia en el género de autor. Dicen que su confinamiento ha llegado a su final, quién sabe qué nos depare el futuro de esta mente brillante.
Nota personal: Qué buena actuación y transformación de James Belushi, completamente irreconocible.