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The Amazing Spider-Man 2

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El fin de semana pasado se estrenó en Colombia The Amazing Spider-Man 2. La secuela llega con una alta dosis de expectativas pero así como lo dijimos en The Winter Soldier, Los Hermanos Russo le hicieron un gran daño a todo el Universo Cinemático de Marvel (MCU); ahora nos damos cuenta que la influencia no sólo hizo efecto en las series de pelis que se vienen desarrollando dentro de Buena Vista sino que a su vez, viendo esta ‘Venganza de Electro’, se evidencia que el daño es globalizado; está afectando a Sony y quién quita también puede llegar a hacer daño en FOX o incluso a DC/Warner Brothers, en sus también universos cinemáticos. Con este canon de comparación The Amazing Spider-Man 2 podría verse como una cinta promedio y apenas superior a su antecesora.

Vayamos por partes.

Hace no mucho tiempo atrás, Sony decidió que si quería seguirle sacando provecho a los derechos de explotación del Hombre-Araña, sobre Marvel, debía hacer algo al respecto sobre cómo quedó parada la franquicia después del descalabro de Sam Raimi en Spider-Man 3; optó por un rápido relanzamiento de la serie con un enlatado de origen, a cargo de Marc Webb y con Andrew Garfield como el arácnido; aunque muchos sintieron un alivio al ver refrescar la cara del enmascarado y de tener de vuelta todas las maromas del querido personaje, aquí en el blog quedamos descontentos porque al final terminaron haciendo la misma trama reemplazando actores y con muy poco material nuevo por rescatar. Había quedado evidenciado que el tema más que creativo o de dirección había sido una artimaña comercial.

En un rápido uno a uno, los antagónicos tenían la misma naturaleza naíf que volcaban sus buenas intenciones a un profundo rencor, casi fortuito, sobre el Hombre-Araña y sus personalidades eran más caricaturas que otra cosa. A nivel de acción, las mejoras se dieron con cámaras mayormente más subjetivas y destellos del sentido arácnido con «tiempos-de-bala» pero la esencia era la misma que la de hace una década –incluso el criticado enmallado volvió calcado en esta segunda parte–. Y como decíamos anteriormente, a nivel de trama, el arco de origen varió muy poco con respecto a lo que nos prometieron de lo cual lo rescatable fue la química creada entre Gwen Stacy y Peter Parker gracias al trabajo de Emma Stone conjugándose con Andrew Garfield. En este sentido, esa toma de la telaraña volviéndose una mano que se estira e intenta alcanzar a Gwen cuando cae es lo más bonito de la peli.

En este segundo capítulo, Peter Parker se enfrenta a la promesa que le hizo al papá de Gwen, el capitán George Stacy, en su lecho de muerte donde juraba protegerla y alejarla de cualquier peligro. Y tal como en la segunda parte también de Raimi, Peter duda de su relación con su novia para alejarse y reflexionar sobre el mejor camino para lo dos. La diferencia es que Marc Webb alcanzó un gran nivel de melodrama y la novela romántica entre ellos dos fue mucho más que aburrida. El resultado es una cinta de explotación, estrafalaria y con fundamentos de ciencia ficción muy barata. Lo bueno para los fanáticos es que The Amazing Spider-Man 2 es de las piezas mejor basada en los comics y como comedia conservó intacto su sentido del humor; el problema es que no fue un humor muy inteligente y sobrepasó el límite de lo ameno a lo insolente, y el desparpajo lo hizo quedar en ridículo, en varias ocasiones.

Uno de los grandes miedos de los fanáticos y de la crítica, en general, es que Sony parecía volver a caer en su misma trampa desarrollando las bases de su universo cinemático; no le vastó con Spider-Man 3 y en su afán por fundar los cimientos del arco de los Sinister Six, recurrió a la introducción de tres de ellos en este capítulo que traen los malos recuerdos del desenlace de Raimi en su trilogía; son ellos Electro (Jamie Foxx), Green Goblin (Dane DeHaan) y Rhyno (Paul Giamatti) –Norman Osborn finalmente fue otro enganche comercial que trajo a Chris Cooper tan sólo para fanfarronear y matarlo en un momento efímero dentro de la cinta–; no obstante, Alex Kurtzman y Roberto Orci, guionistas, lograron desarrollar un esquema narrativo donde Electro fue el protagonista, Harry Osborn adopta todo el poder dramático y Rhino más que un villano hace un «cameo» dentro de la historia sin generar mucha distracción; a pesar de esta armonía inusitada, la aparición de este último lamentablemente más que ruidosa o escandalosa, fue terriblemente sobreactuada y molesta.

The Amazing Spider-Man 2 no es una gran cinta. Es mucho mejor que su primera parte, pero eso lo único que demuestra es que, sin importar el éxito de taquilla que fue, la ‘Venganza de Electro’ hubiera funcionado mejor como apertura sin tantos bombos y platillos. Esta secuela ya pasó a la historia y quedó abierta la franquicia para que el misterioso hombre del sombrero, que se contactó en el pasado con el Doctor Connors, emprenda su iniciativa de traer a escena a Rhino, Volture, Octopus pero ¿qué pasará en el corazón de Peter Parker? ¿Será momento de que aparezca Mary Jane Watson? ¿Cómo manejará Sony su universo cinématico? ¿Por qué aún no hay un contrato con Marc Webb y con Andrew Garfield para una cuarta parte del arácnido? ¿Qué significan esos avances de X-Men: Days of Future Past? ¿Acaso vamos a presenciar pronto una conjunción de universos tal como se anunciaba para The Avengers?

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Thor: The Dark World

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Thor: The Dark World de Alan Taylor y James Gunn no es una peli que se pueda analizar independientemente.

Es claro que desde Iron Man 3, la Segunda Fase del Universo Cinemático de Marvel (MCU) planteado por Kevin Feige (responsable y director de todas las pelis de Marvel Studios y productor de todo el nuevo MCU) ha comenzado. Por un lado, la primera fase trajo como consecuencia la reunión en Nueva York, lograda el año pasado a buen término en The Avengers; durante cinco entregas (Iron Man, The Incredible Hulk, Iron Man 2, Thor, Captain America: The First Avenger) Marvel quería encaminar sus historias hacia una franquicia más grande y aunque Feige era el conceptualizador de la idea, él mismo contrató a Joss Whedon para que la ejecutara, en una genial movida después de que Warner Brothers y DC Comics lo descartara para la realización del filme de Wonder Woman; Whedon entendió la gran perspectiva de Feige y aportó su estilo a estos cuatro súper-héroes que terminaron por darle un nuevo giro al negocio de hacer largometrajes en Hollywood.

Primero fue Sam Raimi con Spider-Man en Sony que después de mucho tiempo sacaba una divertida cinta de súper-héroes y era éxito tanto en crítica como en taquilla; no mucho después Bryan Singer con X-Men en Fox lograba apuntalar una interpretación del comic acercándose de manera personal a cada uno de los personajes; y después vino Christopher Nolan con su Dark Knight que es una profunda interpretación (permitida por Warner/DC) de un personaje de historieta para volverlo un individuo de carne y hueso; mientras Sony aseguraba una medianamente buena trilogía con Raimi y Fox se diluía con la fuga de Singer, fue Nolan el que le puso cifras exorbitantes a las producciones y volcó la atención de todos a este nuevo negocio. En el pico más alto de Warner/DC (2005-2008), Feige se devanaba los sesos tratando de encontrar una salida y la fue encontrando con Robert Downey Jr./Iron Man, Nick Fury, el agente Phil Coulson, la agente Natasha Romanoff y el resto de agentes de S.H.I.E.L.D.

Mientras Warner/DC descansaba en los regocijos de su billonaria franquicia (Batman de Nolan), Feige ya había desarrollado tres apuestas -entre ellas Thor– y sacaba el filo de su estocada; que finalmente se dió cuando convergieron todos las cuatro estrellas de Marvel/Buena Vista en The Avengers. La industria reaccionaba y no estaba preparada para el éxito Wheedon/Feige y empezaron desesperadamente a repetir la formula. Sin Raimi, Sony relanza Spider-Man y quiere desarrollar el arco de los Sinister Six; con Matthew Vaughn, Fox vuelve a mostrar los X-Men de una forma interesante y se prepara para reunir todos los repartos trayendo de vuelta a Singer para después tratar de sumarlo a los Fantastic Four -no obstante desconcertado perdió los derechos de Daredevil que regresaron a Marvel-; y finalizada la trilogía de Nolan, Warner/DC no quiere caer en el error de Sony e intenta desarrollar a Superman como un nuevo personaje tan fuerte como Batman y desencadenar todo su poder en la Liga de la Justicia.

Thor: The Dark World no llega entonces sólo como la secuela de la shakespeareana pieza de Kenneth Branagh sino que es el resumen de cómo va la segunda fase del Universo Cinemático de Marvel, y de esa forma, es la heredera de todo el peso responsable de sostenerla ya que está bastante avanzada. Al lado del segundo capítulo de Thor, Iron Man 3 tuvo su propio desenlace dejando posiblemente a Tony Stark sólo como testigo de los Avengers en los siguientes episodios, la segunda parte de del Capitán America, The Winter Soldier y la unión de historias/promociones en la serie de TV Marvel’s Agents of S.H.I.E.L.D..

Entonces siendo Thor consciente de su responsabilidad, desarrolla con gran eficacia una trama más madura, más organizada y con mayor desarrollo que su predecesora. Los encargados de su realización son Alan Taylor y James Gunn; en principio, creo que el encargado iba a ser Alan Taylor solo, director exitoso de TV dramática como Los Soprano, Mad Men y por supuesto Game Of Thrones -que seguramente le dió el pase de entrada en la producción-, pero para compensar su inexperiencia en la gran pantalla le pusieron al lado a Gunn que es un escritor experimentado y ya había debutado detrás de cámaras en Super.

Esta vez, la historia se translada a Asgard donde la entereza del reino es amenazada por una legendaria raza de elfos oscuros, liderados por Malekith (Christopher Eccleston), que resurgen de su aprisionamiento gracias a una convergencia en los nueve reinos y la liberación de una gran y poderosa entidad conocida como “Aether“. Las investigaciones de la doctora Jane Foster en Londres sobre un extraño fenómeno de paralelaje y hoyos de gusano, la conducen directamente donde el Aether y esta por error lo absorbe en su organismo. Malekith vengador de su pueblo a causa de los asgardianos desiste de su misión y emprende la búsqueda de Foster, lo que alerta a Thor inmediatamente.

Tres cosas queremos ver en esta cinta y son perfectamente expuestas: el regreso de Loki que se ha vuelto más que un antagónico un personaje fundamental en la trama asociada con Thor; las conexiones y explicaciones de Nueva York, Foster/Thor y ahora Londres que fue anunciado en Agents of S.H.I.E.L.D.; y la puesta en contexto del MCU.

Cuatro cosas nos sorprenden: las múltiples caras de Loki que lo llevan a la traición y la vulnerabilidad; las muertes de protagonistas de primera línea; la historia de amor desenvuelta en un ambiente que no permite que sea melosa o aburrida; y la recolección de antiguos personajes como el profesor Erik Selvig que no fue olvidado en absoluto.

Dos cosas para considerar: uno sabe que se ha vuelto costumbre que en las escenas posteriores a los créditos se desarrollen conexiones o adelantos con otras sagas pero escenas posteriores a las escenas posteriores es ridículo, es decir, en esta peli no se levante del asiento sino hasta que salga el simbolito de ©2013; la otra cosa es que la relación de Thor con sus antagónicos apenas pasó raspando en esta pieza, ya que, siendo un súper-héroe de gran fuerza y poseedor del poder del rayo en su martillo parece que cae en el mismo problema de Star Trek: Into Darkness donde Khan es inmortal, han agrandado tanto su persona que difícilmente nos imaginamos un villano de la talla de su poder, esto debe mejorar o en un futuro cercano las cintas se van a volver aburridas sin riesgo aparente.

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Iron Man 3

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Tan en boga hoy en día el tema de las trilogías que Iron Man no podía ser la excepción y llega su tan esperada tercera parte. Esta vez de la mano de Shane Black quien ya había dirigido a Robert Downey Jr. en el excelente film noir Kiss Kiss Bang Bang. No lo hace mal y a pesar de que Jon Favreau se apuntó uno de los cuadrangulares más importantes en la historia de la franquicia al escoger a Downey Jr. como el mujeriego y conquistador Tony Stark, la verdad es que su segunda parte tiene muchos desaciertos, así al final cumpla su cometido de diversión. Black es un escritor por excelencia y se siente más cómodo si está involucrado per sé en el equipo de escritura -en ese sentido ya es un logro teniendo en cuenta que después de Die Hard, Lethal Weapon es uno de los clásicos de la acción mejor calificados y él es el creador/colaborador de todas sus partes en la serie-.

Al igual que Avengers el año pasado, Iron Man se lanza al ruedo de primeras para dar inicio a la temporada de grandes éxitos del verano en Hollywood. Al final, ser favorita es más difícil de lo que parece y no todas las piezas logran soportar dicha presión -como sucedió con Prometheus o el mismo Dark Knight Rises-. El tercer episodio logra hacer bien el ejercicio al colmar las expectativas que promete, ya es un éxito de taquilla redondeando los 950 millones de dólares recaudados y personalmente creo logra el mismo impacto espectacular de The Avengers el año pasado.

Antes de analizar la peli hay varios antecedentes para tener en cuenta como por ejemplo que es la primera pieza después de la fase uno del Universo Cinemático de Marvel (MCU de su nombre en inglés). Pareciera no ser un gran tema pero siendo Black el guionista, y uno «no tan aficionado» a los comics, la responsabilidad es muy fuerte. Hay que decir que la gran ventaja que ha tenido Marvel, desde la crisis de los 80’s. es que sus historias se han mantenido, unidas, integradas y consistentes en un sólo universo, en un sólo plano unidimensional. En este Iron Man, no sólo no se evita sino que se abraza este concepto, se hacen alocuciones a los eventos de Nueva York del año pasado, lo que significó para Tony Stark estar envuelto en el asunto como un mortal ser humano y, así como tal, descubrir que detrás de toda esa aura pretenciosa, autosuficiente y segura está un hombre que es vulnerable en todo sentido.

Black consigue lo que Sony Pictures en cuatro episodios no ha logrado con Spider-Man, un personaje cercano al espectador. Su Iron Man no tiene miedo de caer en los clichés por el contrario les saca partido cada vez que se aproximan, -en un gran resumen- es un melodrama que se enriquece con comedia sencilla de digerir y a la vez logra que Tony Stark sea carismático y simpático para cerrar con una frase genial para la serie, para Shane Black y para el mismo Robert Downey Jr.: “yo soy Iron Man“. Esa frase más que el culmen del argumento, es la perfecta sentencia de toda la franquicia y el negocio de las pelis basadas en este tipo de historias. En los comics, el héroe central de Marvel Comics es Spider-Man, después podrá venir todo el infinito cosmos de los X-Men, después los Avengers, y así el líder de estos últimos sea Tony Stark, como Iron Man, al final es un personaje sin mucha relevancia. Pero en el cine se ha demostrado exactamente lo contrario, los derechos de producción y explotación de los personajes de Marvel se han repartido en varios estudios. Fox tiene Silver Surfer, Galactus a los X-Men y los Fantastic Four, Sony Pictures a Spider-Man y aunque poco a poco Marvel Studios ha ido recobrando derechos de personajes como DareDevil aún está todo muy atomizado y ninguno tiene un liderazgo claro. Sin embargo, el éxito de Iron Man permitió pensar en Thor, en el Capitán America y los mismos Avengers. Antes del Iron Man de Jon Favreau, los personajes de Marvel sólo habían tenido un gran éxito con la trilogía de X-Men pero precisamente su tercera parte eliminó fogosidad y los humos se calmaron demasiado. De resto, no lograban buenas taquillas, las historias se reiniciaban constantemente con nuevos repartos y nada parecía tener consistencia.

«Yo soy Iron Man» pone en vilo que Robert Downey Jr. dice que después de llegar a sus cincuenta años no quiere seguir haciendo el papel de Tony Stark pero a la vez que si no es él, no lo es nadie. Lo pone en una posición muy ventajosa, porque en Marvel son inteligentes y saben que no pueden dejar ir a su mejor complemento; esta semana escuché incluso que Downey Jr. ofreció seguir en el MCU si y solo si le ofrecían 100 millones de dólares. La decisión está en Marvel y Disney, y si lo aceptan vendrán nuevas conjeturas de cómo podría seguir apareciendo después de lo sucedido en esta peli.

Hablando de la cinta en general, los avances de la trama nos trajeron a colación al Mandarín interpretado genialmente por el gran Ben Kingsley. Este personaje es un gran contrincante de Iron Man y precisamente con él es donde se pone capcioso el guión. De pronto, los refanáticos de Iron Man podrían estar esperando el enfrentamiento que estos dos personajes tuvieron en las páginas del comic, ala Bane vs. Batman en Dark Knight Rises, pero este es otro de los adoctrinamientos que recibimos de Shane Black con sus licencias como guionista. En vez de poner a aprender Kung-Fu de la nada a Tony Stark, Black amenaza su persona de la manera más terrenal posible, hace enlaces en la cosmogonía de Stark que no conocíamos, desarrolla un impresionante antagónico con Guy Pierce y le da redondez a cada uno de los personajes con un desarrollo medido -para que no parezca una coral- y con un sentido único -para que se justifique su aparición-. Lo más bonito es que a pesar que existe un aire de traición al comic, lo revierte con la aparición de personajes clásicos en la historieta como Bambi, Ellen Brandt, el mismo Mandarín y Rescue en lo que me parece un gran desenlace para la historia de amor detrás de la gran hazaña épica que es Iron Man 3.

-Una gran lección de escritura si entendemos los grandes problemas que tuvimos con el personaje de Gary Oldman en Lawless-.

Lo más divertido de todo es que gracias a Shane Black el cuadro de explotación que es una cinta de comic se siente evolucionada por la combinación de dos géneros cinematográficos. Iron Man 3 es por un lado un western donde Tony Stark desafía a sus contrincantes a un duelo en medio del pueblo y debe aceptar las consecuencias de sus actos. Y por el otro es una road-movie desde Tennesse hasta California donde aprende a perdonarse, a conocerse y sanar sus más profundas heridas. Al final disfruté mucho la peli aunque me dejó un profundo y agridulce sinsabor. Para los que fuimos a ver las escenas después de los créditos hubo una gran decepción al no aparecer las tan anunciadas escenas de Ant-Man dirigidas por Edgar Wright y siguiente proyecto dentro de los Avengers después de finalizar su trilogía de Blood and Ice Cream con Simon Pegg y Nick Frost. A cambio obtuvimos un dato adicional, los ataques de pánico de Tony Stark no se eliminaron así como así en el enfrentamiento de sus miedos, necesitaron de terapia y que mejor para darla que el mismísimo doctor Banner 😉

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Oz the Great and Powerful

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Oz the Great and Powerful es un thriller épico de fantasia del maravilloso y también genial Sam Raimi. A pesar de que el realizador afirma que su cinta está basada en el trabajo previo del autor L. Frank Baum -que escribió acerca de Oz más de dieciséis libros-, su sentido de precuela de The Wizard of Oz, de Victor Fleming en 1939, indudablemente nos hace pensar que basó también su trabajo en él.

Ambas comparten un sentido de desgano al principio de la historia (The Wizard of Oz con un sepia y Oz the Great and Powerful con un blanco y negro en formato 4:3 típico de las cintas de 16mm) y ambas pasan a un momento de fascinación al llegar a Oz (de nuevo, The Wizard of Oz con el sonido y el color traídos a colación en 1926 y 1930’s, respectivamente, mientras Oz the Great and Powerful da paso al color, el RealD e incluso el formato IMAX). Este momento es increíble en la función. -Aunque me hubiera gustado mucho verlo en formato IMAX debo decir que es una verdadera lástima que el teatro en Colombia sólo le crea a las funciones dobladas al español; podré haberla vista en una megasala de menores proporciones y en una experiencia reducida pero el respeto a la versión original simplemente me dominó-. Oz the Great and Powerful tiene además al principio un delicado juego de planos animados que pagan la boleta en la presentación de la producción y un juego con el límite del formato donde algunos elementos, como llamas y nieve, se salen aportando una figura menos rígida y más lúdica que un simple marco infranqueable. En serio, muy muy bonito.

Raimi es un osado. Claramente su historia es un relato para niños, lleno de trucos y fantasía. Aunque uno no siente en ningún momento desfallecer el ritmo de la historia, que de por sí ya es un logro, la gran apuesta del director fue dominar la atención de un niño por más de dos horas seguidas -en mi caso funcionó y he escuchado otros tantos donde los niños estaban maravillados y no se distrajeron-. Punto para el director. Además del ritmo y la duración, Raimi es fiel a su narrativa y a sus raíces en el terror y el suspenso. En algunas partes, sentimos descripciones y relatos muy parecidos a lo experimentado en su trilogía de Spider-Man, así como, en varios momentos fuimos dominados por la tensión, la conmoción y porqué no, el pánico. ¡Esos malditos babuinos voladores daban escalofríos!

Oz the Great and Powerful narra la historia de Oscar Zoroaster Phadrig Isaac Norman Henkel Emmannuel Ambroise Diggs, un mago ilusionista y prestidigitador de un circo de poca monta en Kansas. Oscar es un embaucador, un mujeriego y aprovecha sus trucos para cautivar a sus mujeres pero una de sus artimañas no sale como quería y se vuelve el blanco del Hombre más Fuerte del Mundo. Oscar huye. Se monta en un globo y emprende viaje hacia un nuevo destino sin darse cuenta que se daría de bruces con él, al enfrentarse a un poderoso tornado, que lo abraza, lo aflige, lo condena. Oscar finalmente despierta en un lugar maravilloso -los planos guardadas proporciones son iguales a los de The Wizard of Oz– lleno de flores gigantescas y coloridas. Una dulce mujer, Theodora, lo saluda, se presenta como la benévola bruja que reina Ciudad Esmeralda y le da la bienvenida a Oz. Oscar fascinado por la tierra en la que se encuentra se deja llevar por las adulaciones de Theodora que lo describe como un protector mesiánico, mientras ella se enamora perdidamente de él. Al llegar a Ciudad Esmeralda, el conflicto se hace evidente entre Theodora, su hermana y consejera Evanora y, la también hermana, Glinda. Oscar entiende que su aventura tiene precio y que deberá tomar partida en este fuego cruzado.

La producción es exquisita. El sentido dado en esta historia da mejor resultado que la acartonada e iconoclasta visión de Tim Burton en Alice in Wonderland (es resultado de los mismos productores). Las constantes referencias a las versiones de la historia, hacen de Oz the Great and Powerful una historia cohesiva y naturalmente refrescante. James Franco no es mi actor favorito, a veces se siente forzado, que va a estallar en carcajadas y que no entiende su papel; es perfecto para comedias físicas pero no tanto para otro tipo de retos histriónicos. Sin embargo como El Hechicero de Oz lo hace bastante bien. Su falta de seriedad lo hace sentir incrédulo, su falta de histrionismo lo hace ver vulnerable y su falta de destreza lo hace torpe pero en el momento en que todo se conjuga, su papel se ve claramente beneficiado -lo cual me deja mucho que pensar, Franco es muy mal actor y logra sobrevivir en Hollywood o es un genio y a veces sabe muy bien lo que hace o hay unos papeles que sencillamente están escritos para él-. Al lado de Franco, un gran reparto, fresco y sin claras preferencias por el realizador. Primero, una tripleta de hermosas mujeres con Mila Kunis como Theodora, Rachel Weisz como Evanora y Michelle Williams como Glinda, destacándose la belleza y destreza de Weisz que estuvo impecable en su papel de antagónica; y segundo, dos personajes de refuerzo muy divertidos que acompañan a Oz incondicionalmente en su aventura interpretados por Joey King y Zach Braff, marcando su regreso a las pantallas.

La peli es encantadora y conmovedora. Es una gran parada para lo que sencillamente se va volver una nueva franquicia en Hollywood pero en manos de Raimi podemos por lo menos descansar y sentarnos a disfrutarla en todo su esplendor. Lo mejor es que el director demuestra que es un talentoso realizador, que su salida de la trilogía de Spider-Man fue abrupta y que seguramente el gran tropezón que se le achaca en Spider-Man 3 fue resultado de una infortunada intromisión por parte de Sony como estudio y dueño de los derechos.

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Premium Rush

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David Koepp es un escritor reconocido en Hollywood y uno de los consentidos de Spielberg. Sus guiones, generalmente, son sinónimo de megaproducciones taquilleras y de relativa buena aceptación en la crítica. Ha escrito más de 25 piezas casi todas para largometrajes -dentro de los que se pueden destacar Jurassic Park, Spider-Man, War of Worlds o Indiana Jones and the Kingdom of the Crystal Skull-, pero curiosamente cuando dirige no necesariamente lo hace sobre sus propios guiones y sus producciones son independientes.

Ha realizado cuatro pelis, y hay que también decirlo, no han sido las más afortunadas. Odié con todo mi ser Secret Window y el resto, aunque no las he visto todas, la crítica no ha sido benevolente. Premium Rush es un inocente e ingenuo thriller de acción donde de antemano es bueno avisar que si a uno no le gusta montar bici, no es recomendable verlo en absoluto.

De la mano de John Kamps, Koepp narra la historia de un mensajero en Nueva York que ha logrado un reconocimiento por su temeraria forma de montar en bici. Recorre la ciudad de extremo a extremo, sin importar si es el centro o las colinas de las afueras, sobre una fija -«fija» o «fixie» se refiere a un tipo de ciclas que no tienen cambios, tienen fija la cadena al disco trasero, deben pedalearse todo el tiempo y la forma de frenar es echando el cuerpo hacia adelante bloqueando al mismo tiempo los pedales; montar en ellas no es fácil porque requieren adaptarse a otra forma de pedalear sin embargo en la peli afirman que es la forma más segura de hacerlo-. El mensajero tiene una némesis, un negro acuerpado que está detrás de su novia (ex-novia, no lo ha querido reconocer) pero su jefe lo prefiere a él porque siempre llega a tiempo lo cual le permite ofrecer un servicio adicional garantizando la entrega en tiempos muy cortos.

En pocas palabras, este es el planteamiento de la peli. Joseph Gordon-Levitt es el mensajero estrella, Dania Ramirez es su (ex)novia, Aasif Mandvi su jefe y Wolé Parks su dolor de cabeza. Aparece en escena Michael Shannon y de alguna forma todo se descontrola. La trama se vuelve obsoleta, los personajes se enredan en un melodrama estúpido y todo desencadena en un final ridículo. A Michael Shannon le he visto papeles secundarios muy regularcitos pero Koepp logró lo impensable: darle un papel a Shannon y que este lo desarrollara frívolamente gracias a una terrible serie de sobreactuaciones.

La peli llega a salas en unas cuantas semanas pero yo no la recomiendo. Es mejor verla en casa, un domingo en la tarde, disfrutando la banalidad de la emoción de montar en cicla, en una ciudad agresiva e inconsciente del ciclista.

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The Amazing Spider-Man

Si entendemos que Sam Raimi, en el verano de 2002, logró un buen lanzamiento de la franquicia de Spider-Man, con Tobey Maguire al frente, podemos conciliar de pronto que la tercera parte que obtuvo cinco años después no fue tan satisfactoria ni para los estudios, ni para los fanáticos.

En lo personal lo logrado con Maguire, Kirsten Dunst como Mary Jane, Rosemary Harris como la Tía May, Cliff Robertson como el Tío Ben y J.K. Simmons como J. Jonah Jameson fue muy atractivo. Nunca estuve de acuerdo con el Green Goblin (Willem Dafoe) como el primer enemigo del arácnido en la primera salida -así el desempeño de Dafoe hubiera sido ejemplar- pero por el contrario la sugerencia que se creó en la segunda parte con James Franco fue más que espectacular. Todo ese universo, todos esos personajes y todo el reparto de ese entonces fue muy bien logrado, se sentía el comic viviendo a través de la visión de Raimi con una fidelidad justa para cada uno de los fanáticos. La tercera salida abusó de personajes antagónicos y la extensión telenovelesca del trío amoroso entre Peter, Mary Jane y Gwen Stacy. Al final, Spider-Man nunca se vió tan falseada con tanto material obvio creado por computador y con tantos problemas al mismo tiempo por resolver.

La franquicia se vió en crisis y el estudio decidió sacar del proyecto a Raimi. Querían mantener el universo que el realizador había ya creado pero Maguire afirmó que sin Raimi, él tampoco iba y obviamente las decisiones se volvieron demasiado trascendentales a tal punto que decidieron relanzar la franquicia. Marc Webb (-500- Days of Summer) fue asociado al nuevo proyecto como realizador, Andrew Garfield como el Hombre-Araña, Emma Stone como Gwen Stacy, Sally Field como la Tía May, Martin Sheen como el Tío Ben y Rhys Ifans como el doctor Curt Connors.

Mi primera sensación fue que era un error garrafal despertar de nuevo la historia a tan corto plazo. Era inevitable las comparaciones y mientras algunas novedades son maravillosas otras definitivamente se volvieron colosales desatinos.

Andrew Garfield con un sentido arácnido más evidente, una disposición más atlética pero igual de ñoño permite superar por lo menos en empatía el perfil de Peter Parker logrado por Tobey Maguire. Digo por lo menos en empatía porque a nivel histriónico Garfield se repite en su desempeño de The Social Network -representanto esa vez a un obseso a nivel financiero- mientras Maguire lograba despertar fibras sentimentales de repudio, simpatía, antipatía o fraternidad.

La adorada de Peter Parker ya no es Mary Jane Watson (Kirsten Dunst) sino Gwen Stacy. Un personaje mítico dentro de Spider-Man que celebra su aparición los comics en 1965 y causa conmoción cuando en 1973 muere a manos de Norman Osborn. La Stone asume su papel como propio en una nueva relación donde apoya al más desfavorecido/impopular y le saca todo el jugo posible. De nuevo otro gran golpe de suerte para la dirección de reparto en esta cinta que trae el magnetismo de un nuevo actor lleno de frescura y simpatía como la Stone quien sencillamente es adorada por la pantalla.

Sally Field, Martin Sheen y Denis Leary desarrollan sus personajes perfectamente y la ambientación del comic vuelve a sentirse como un suelo firme para subsecuentes partes. Una de mis grandes frustraciones, sin embargo, es tal vez el ingreso del doctor Curt Connors interpretado por el magnífico británico Rhys Iphans -qué diablos tienen todos los actores británicos que son tan buenos en lo que hacen como antagónicos-. Connors, presente latentemente en las anteriores salidas del Spider-Man de Raimi con Dylan Baker, albergaba la ilusión de presentar uno de los mejores villanos del arácnido, obviamente después de Venom o Carnage. Dicha ilusión era alimentada además por el gran deseo de los fanáticos de ver en pantalla gigante la historia que pudo haber cambiado la forma de dibujar comics en los 90’s con: Spider-Man’s Torment de Todd McFarlane. Finalmente, nunca se dió porque esa saga fue interrumpida pero Marc Webb prometía en su primer capítulo, la batalla entre Spider-Man y El Lagarto del doctor Connors. Si se lograba capturar la esencia de esa historia de McFarlane, la grandeza y a la vez vulnerabilidad del arácnido esta iba a ser una gran peli. Aunque Ifans cumple muy bien su rol, su personaje queda debiendo demasiado, no fue cuestión de tiempo, no fueron limitaciones del actor, fue sencillamente que no se aprovechó la batalla al máximo y terminamos observando una peli demasiado debil, frágil y cojeante que no admitía excusas por la cercanía de sus antecesoras.

Se nota que esta fue una movida desesperada de Marvel Studios para contrarrestar el impacto del Caballero de la Noche de Christopher Nolan pero cambiarle el título de Spider-Man a The Amazing Spider-Man, relanzar la franquicia y prometer la grandiosidad no fue suficiente. Esta cinta fue rodada en RealD y la observé en formato ajustado a IMAX, donde la experiencia no es más que increíble pero Webb está lejos de los logros de Nolan, Raimi, Whedon o incluso Favreau.

No fue inteligente el reinicio tan prematuro y se están pagando las deudas.

Ahora se entiende perfectamente porque Sony Pictures quería poner en el «skyline» de The Avengers el edificio de Oscorp, The Amazing Spider-Man será la sombra de sus compañeros más que la estrella que verdaderamente es.

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Wanted

Wanted es una peli de Timur Bekmambetov en 2008 que vienen rotando por MovieCity por estos días. No creo que la hayan traído a carteleras de cine pero pues uno ya no sabe, ayer me enteré que The Lovely Bones la trajeron, no duró una semana en cartelera y la quitaron. ¡Qué rabia!

En fin, la peli es súper comercial, un thriller de acción con un reparto de lujo encabezado por James McAvoy como Wesley Gibson, Morgan Freeman como Sloan, Angelina Jolie como Fox y Terence Stamp como Pekwarsky; además están Thomas Kretschmann, Common, Marc Warren y David O’Hara como Mr. X.

No tenía idea, pero lo presentía, el filme está basado en un comic, novela gráfica del mismo nombre creada por Mark Millar. Me recuerda un documental que vi hace poco en Cinemax llamado Comic Books Unbound donde podemos confirmar que para Hollywood los nuevos cuentos de hadas son los basados en los comics y por lo mismo las grandes taquillas son héroes salidos de estas revistas.

A mi personalmente me encanta el lenguaje cinematográfico de los comics y el cine basado en comics; soy (o era muy) fan de Spawn, Spider Man, Lobo, Batman, Wolverine y Kingdom Come, por lo mismo de Todd McFarlane, Frank Miller, Dave McKean, David Bishop, Alex Ross y hasta el mismo Stan Lee). Siento que las cámaras deben tener un enfoque diferente, un sentido diferente, una textura diferente y terminan teniendo un estilo diferente. Son ricos en contraplanos, en contrapicados, en picados, en planos detalle con macros y en panóramicas conmovedoras. En esta ocasión, un veterano de Hollywood es el encargado de esta misión, Mitchell Amundsen y lo cumple a la perfección.

Timur Bekmambetov es un kasajo de quien no conozco nada en absoluto. Y aunque lo hizo bien en esta peli hago esta entrada en particular porque anoche me di cuenta que el encargado de la música original es un maestro al que le tengo mucho respeto, Danny Elfman. Es un señor que es rico en diversidad, texturas, armonías, ambientaciones forma un equipo excelente con Tim Burton pero cuando hace sus proyectos “en solitario” también logra el éxito.

Nota personal. Al parecer la gente no estuvo muy de acuerdo en la adaptación del comic a la pantalla grande, mucha de la personalidad y la caracterización de Wesley Gibson fue trucada para que pudiera hacer a los ojos de Hollywood lo que podía hacer mejor que nadie: Matar.

Encontré un artículo bien diciente de alguien que vió la peli, le gustó y hace un paralelo entre la peli y la novela para re-evaluar el trabajo de los escritores en Hollywood.

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Super Seven

Esta es una entrada inusual en el blog. No es una peli, no es un video, no es ni siquiera una serie de TV, es un cómic que Stan Lee está desarrollando por estos días.

Stan Lee es una de las mentes creativas detrás de Spider Man, Silver Surfer, Hulk, X-Men, The Fantastic Four, daredevil y hasta Iron Man. Con el boom de las pelis de súper héroes en el cine, el efervescente ascenso de este hombre que ya alcanza los ochenta y siete años llega a un pico asombroso.

El escritor, editor, actor, productor, publicista, ex-presidente de la Marvel Comics se empeña ahora en un proyecto que puede cambiar radicalmente la forma de pensar del medio y de muchas personas en su colateralidad porque es la primera vez que un cómic será producido para internet con las dimensiones que sólo este monstruo puede imaginárselo.

La historia es lo de menos pero igual también hace la diferencia. Es la primera vez que Stan Lee, como tal, es líder y protagonista de una de sus historias. Cuando era fanático a la revista Wizard, me enteraba de muchas historias en la industria del cómic. Una actividad común era las apariciones de los escritores, de los ilustradores y de la gente de producción en las viñetas de una historia; Stan Lee era uno de los que le fascinaba hacer este tipo de apariciones y por lo mismo cada vez que lo hacía las revistas se volvían irrisoriamente más valiosas. En el cine, la peli no se hace más valiosa, pero la experiencia si es muy divertida cuando Stan Lee aparece vendiendo perros, como cartero, como conserje al lado de Lou Ferrigno, como un neoyorquino valeroso salvando a una joven de ser aplastada o incluso como infiltrado en una boda.

Pero nada se compara con lo que se propone hacer, Stan Lee, como él mismo, será el líder de siete alienígenas que quedan atrapados en el tierra y gracias a sus consejos pueden sobrevivir como súper héroes en este mundo hostil.

Repito, lo más interesante es el tema de promoción y distribución en nuevos medios de esta pieza que si logra que le suene la flauta puede convertirse en el pionero de los cómics de la nueva generación y las nuevas series animadas en medios digitales.

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