Mi misión en esta entrada es que vayan a ver esta peli en salas. Yo se, es difícil, yo también vi Love and Other Drugs, Prince of Persia, The Day After Tomorrow y un par más que seguro nos alertarían de una peli comercial protagonizada por Jake Gyllenhaal pero es un voto de confianza por otras que también protagonizó (más a nivel independiente) pero que tienen su gracia como Brokeback Mountain, Highway y Donnie Darko. No son muchas y tampoco se si son suficientes.
Entonces la idea no es dejarse llevar por su protagonista y tampoco por su coprotagonista, Michelle Monaghan, que no es que sea mejor pero sus pelis comerciales si son mucho más entretenidas; el reparto lo completa Vera Farmiga y Jeffrey Wright aportándole carácter y fundamento.
Esta peli es realizada por Duncan Jones (Moon) un director joven que estoy empezando a creer le gustan mucho los proyectos de ciencia ficción, sin muchas pretenciones o demasiado futuristas. Iba a decir sin muchos efectos especiales pero con Hollywood la ciencia ficción es muy efectista y exagerada sin embargo el criterio de este director hace que apenas se sientan en los momentos necesarios, terminan siendo parte de una foto enmarcada y casi melancólica “…donde el fuego los abraza” o “…donde la cápsula cambia y se vuelve confinamiento”. No abusa, no se queda corto.
La trama es desconcertante y se desarrolla sin afán con un ritmo pausado. Narra la historia de un hombre consciente de su muerte a ocho minutos de que esta suceda y la apuesta es que haría una persona en sus zapatos. ¿Afrontar la inevitabilidad? ¿Intentar vivirlos al máximo? ¿O tal vez tratar de extenderlos lo máximo posible?. Pueda que nos imaginemos el desenlace pero nunca dónde nos llevará el director, lo cual la hace sorpresiva, imponente y si me lo permiten esperanzadora. Mi cruzada de verla en salas es porque no vale la pena perderse toda la acción en pantalla pequeña cuando definitivamente es un condimento importante en la historia.