El Llanero Solitario era una de mis series favoritas de TV cuando era chiquito. En mi Zenith de blanco y negro de 14 pulgadas, disfrutaba una y cada una de las aventuras del enmascarado, no sin antes preguntarme porqué era “solitario” si de todas formas todo el tiempo andaba con Toro, su constante acompañante.
Gore Verbinski es un director que me encanta dentro de la corriente convencional de Hollywood. Es capaz de explorar más allá de si su producto va a ser un éxito taquillero y aventurarse en sus producciones con temáticas fantásticas y súper entretenidas, sin miedo a encasillarse. Últimamente, ha venido haciendo dupla-tripleta con Johnny Depp y Jerry Bruckheimer reviviendo géneros clásicos de piratas (Pirates of the Caribbean 1 y 2), vaqueros (Rango) y ahora repite con la leyenda del Llanero Solitario. Verbinski, sin embargo, tiene una sensibilidad especial en todas sus historias que nos permite conmovernos con humor y gracia. Obviamente, la referencia personal más importante es The Mexican (donde el finado Gandolfini hace uno de sus mejores trabajos) pero también su apuesta es sorprendente en The Weather Man con un detalle de fotografía sensacional.
Mis expectativas eran altas con The Lone Ranger pero lastimosamente no fueron colmadas. En gran parte porque Depp parece repetido en su desempeño como el Capitán Jack Sparrow, aunque es sin lugar a dudas una gran producción y logra traernos la mejor versión del enmascarado que hubiéramos podido tener hoy en día.
Justin Haythe, Ted Elliott y Terry Rossio arman una trama alrededor de Tonto (nombre asignado en inglés para el indio de ascendencia comanche que acompaña al Llanero) donde es, precisamente él, el narrador y héroe de la historia. Gracias a este detalle es que Depp decide involucrarse en el proyecto, en vista que nunca concibió a Tonto como el acompañante o compinche del audaz jinete -que nos pasó, en general, a todos y no necesariamente sólo con El Llanero Solitario sino también con Kato y El Avispón Verde, Watson y Sherlock Holmes o incluso recientemente en Harry Potter con Hermione Granger que se notaba demasiado más preparada que el mismísimo hechicerito).
Al lado de los guionistas, el equipo de Bruckheimer trae al maestro Hans Zimmer propone una sencilla y acompasada partitura original a lo largo de la cinta además de una fabulosa interpretación del tema original de la serie de TV que nos roba un par de escalofríos en escena; el viejo-nuevo conocido Bojan Bazilian en la cinematografía; y al equipo de montaje, James Haygood y Craig Wood, logran componer una narración de retrospectivas y tiempo real combinado con grandes escenas de acción; al lado de Depp, el reparto lo redondea Armie Hammer como el a veces incompetente Llanero Solitario, William Fichtner como un extraordinario antagonista, Tom Wilkinson, Barry Pepper, James Badge Dale y Helena Bonham Carter.
A pesar de que Verbinski es un gran contador de historias, su Lone Ranger entra en una fuerte cadencia casi al descender la tensión del segundo acto, se hace tedioso, en momentos aburrido y largo. El maquillaje de Depp -basado en “I am a Crow“, una obra del artista Kirby Sattler– y las impresionantes tomas de Arches en Utah pagan completamente la boleta.