Auteur, Drama, Epochal, Hollywood, Indie, Miguel Vaca, Movie, Paul Thomas Anderson, Storytelling, Thriller, Vacacion

The Master

master01

El maestro Paul Thomas Anderson nos tuvo en vilo durante cinco años después de, la que sigue pareciéndonos su obra maestra, There Will Be Blood, para traernos esta gran pieza que es The Master. En aquella ocasión fue nominado a seis premios de La Academia (incluidos mejor dirección, guión adaptado y peli del año) y logró Oscar para Daniel Day-Lewis como mejor actor principal y mejor cinematografía para Robert Elswit.

Joaquin Phoenix interpreta a Freddie Quell en The Master, un borracho perdido en su falta de autoestima y sus propias desgracias. Parece lógico pensar que la situación de Freddie Quell es el resultado de sus trágicas, excesivas, indignas y múltiples experiencias en La Segunda Guerra Mundial. Anderson enfatiza que a bordo de un acorazado naviero, Freddie Quell desperdicia sus años tomando unos brebajes que él mismo fabrica, profundamente intoxicantes y nocivos para la consciencia. No sabemos nada de este marinero tan sólo que se sonrió cuando le preguntaron que si era aceitador y que si había trabajado antes en eso, obviamente, su cabeza dio tres giros, y encontró la receta de algún coctel que contenía algún tipo de aceite de motor. Freddie Quell le está huyendo al mundo, está haciendo tiempo y los que lo acompañan terminan envenenados, pervertidos y saturados. Esa misma sensación de escape la experimenta en el cultivo de repollos, en el centro comercial tomando fotos y en el abordaje como polizón en el barco que había alquilado la familia Dodd.

Philip Seymour Hoffman interpreta a Lancaster Dodd, un guía espiritual que debate su vida entre las quejas, las querellas y la doctrina que está fundando en un ambiente sectario denominado La Causa. Lancaster Dodd no tiene mucho tiempo para relajarse ni para escribir sus artículos pero cuando Quell se filtra en su barco, logra ver en él algo que lo inspira. No sabemos si a Lancaster Dodd le gusta el menjurge que Quell tenía en su bolsillo o si simplemente lo consume con avidez de manera complaciente para poder entrar al mundo de este estrafalario personaje. Dicen que Lancaster Dodd es una referencia directa a L. Ron Hubbard, creador de la Dianética y posteriormente fundador de la Iglesia de la Cienciología, pero no es relevante ni viene al caso. Anderson quiere definir el camino de un orador, sus vulnerabilidades, su intimidad pero sobre todo sus agendas internas. Es posible que Lancaster Dodd sea Hubbard, todo implica que así sea y que el periodo que explora Anderson es aquel previo a la definición de La Dianética y que cuando Quell se enfrenta por última vez en Londres a Lancaster Dodd, este ya tiene montada La Iglesia, pero no es relevante ni viene al caso. Es más importante para Anderson, como autor, recalcar el hecho de que después de la marejada de La Segunda Guerra Mundial hubo miles de sectas que trataron de pescar todo este cardumen de mentes lesionadas o con profundos trastornos por estrés postraumático para su propio beneficio.

Amy Adams interpreta a Peggy Dodd, la esposa supuestamente silente, abnegada y servicial de Lancaster Dodd. Contrario a su imagen, Peggy Dodd es obstinada, acérrima y recia. La codicia de su esposo es la misma suya; el sufrimiento de su esposo es el mismo suyo; la humillación de su esposo es la misma suya. Cada vez que en público aparece Dodd como líder, Peggy Dodd se conserva a su lado sosteniendo los vientos y conduciendo la marea. Un mástil, eso es Peggy Dodd para Lancaster Dodd, para La Causa pero cuando intenta serlo para Freddie Quell y falla, se siente traicionada, quebrada, su sangre hierve, su mirada se torna fría al igual que su seno que se vuelve un témpano y le da la espalda.

Con Adams se cierra la trilogía espiritual de La Causa -la misma que La Academia reconoció como destacados en actuación en los Oscar-. Él como la cabeza y líder, Ella como el soporte y la precaución, y Quell como el perrito que quieren domesticar para mostrarlo al mundo como su hijo cautivo, rejuvenecido y salvado. De los tres, la actuación de Joaquin Phoenix es la más destacada y gloriosa. Su repertorio está elaborado de grandes contrastes como de múltiples y pequeñísimas sutilezas. Su gesto perturbador nos acompaña como termómetro de su psique, de su estado de ánimo e incluso del nivel de intoxicación que tenga en ese momento. Phoenix me parece un gran actor de carácter. Después de I’m Still Here, y su profunda crítica a Hollywood, no pensé que pudiera renacer en el mismo ambiente pero sólo con este papel y de la mano de este gran escritor-director se lograron combinar este tipo fuerzas de manera alucinante. El papel de Freddie Quell es lo máximo que le he visto a Phoenix en toda su carrera y aunque no iba a pasar, si había verdadera competencia en los Oscar, en la categoría de mejor actor, el único capaz de eclipsar a Daniel Day-Lewis en su papel de Lincoln iba a ser Phoenix, que no está para nada lejos de ser genial.

The Master fue estrenada en septiembre del año pasado. Fue promovida con ahínco por el grupo Weinstein por un buen tiempo hasta que otra de las suyas, que se estrenaría en diciembre, entró en conflicto y decidieron hacerle fuerza sólo a una para no desviar la atención de La Academia. Al final, The Master se bastó con sus tres nominaciones al Oscar y Los hermanos Weinstein no se fueron con las manos vacías logrando dos estatuillas significativas gracias a toda su gestión.

Lastimosamente, la distribución de la peli si afectó nuestra experiencia en cartelera. Las cintas que llegaron al país lo hicieron en muy mal estado -suponemos que le dieron la vuelta una y otra vez a toda Hispanoamérica hasta que por fin arribaron a Colombia-. La cinta necesita mucha concentración y el maltrato al celuloide es un gran distractor, lamentablemente. Por esta razón, y que la historia necesita revisarse unas dos veces -como mínimo-, recomiendo verla en la comodidad de un reproductor digital.

master02

La cinta tiene una larga y exquisita serie de versiones de grandes afiches. El primero que pongo en esta entrada es el que más me encanta pero hay otro par de Mondo aprovechando las pruebas de Rorschach que también son muy buenos. Este segundo que aparece aquí es el oficial. Ahora bien, gracias al amigo Rodrigo Bastidas, utilizo esta excusa del afiche para adentrarme en el significado de la peli, en una segunda parte de la entrada.

Atención, a continuación material revelador de la pieza

¿Qué entiendo por The Master y su final?
Repito que el papel de Philip Seymour Hoffman sea o no la interpretación de L. Ron Hubbard es poco o nada relevante. La historia se centra sobre este animalito salvaje que es Freddie Quell. Una persona que quiere borrar su memoria, que se siente completamente abrumada por su consciencia y no necesariamente por los horrores de La Guerra, más bien por los horrores de su casa cuando descubrimos que su padre es ausente y su madre está recluida en un sanatorio -si no estoy mal por psicosis-.

¿Qué pudo haberle pasado a este niño como para que quiera huir de su verdad? ¿Qué lo llevó a consumir alcohol en esas cantidades? ¿Qué implicaciones morales y éticas le atañen cuando en sus resacas se descubre encamado con un pariente cercano como su tía? ¿En qué tipo de familia se encuentra que el episodio se consuma varias veces?

Las anteriores preguntas no se resuelven, apenas se plantean en la historia pero son el centro de gravedad de la mente de Quell. Son las preguntas que nos deja rondando en la cabeza Anderson de manera magistral, como siempre, y son las bases que redondean el fetiche en la mente del escritor y director sobre las relaciones inconclusas entre padres e hijos. Con The Master, Paul Thomas Anderson desarrolla dos relaciones paternales. La primera con el padre original que desencadena la mayor parte del desequilibrio mental del joven; y la segunda, con Dodd. Aunque se siente realmente querido y apoyado en su segunda relación, los extraños métodos de tire y afloje, de libre albedrío y castigo, terminan apresurando una emancipación prematura de Quell. El ejercicio de soltarse e ir en moto hacia el punto más distante y volver, es la oportunidad que tiene el marinero para demostrarle a su padre que ya está listo pero contrario a lo que he escuchado, no está huyendo, cree que se está liberando de todos sus males, de todas sus penas y no vuelve. Este evento es precedido por una autoflagelación que se hace Quell cuando reprende al editor del libro 2 de su maestro en Phoenix; entiende que aún sigue cometiendo los mismos errores y que no ha logrado salvarse de todas sus culpas ni tampoco autorregularse; cuando Dodd le da la moto pierde la cabeza, pierde su centro y quiere hacer el mejor desempeño en el ejercicio que le pone en marcha su maestro y se pierde en el horizonte.

Más cercano al final, después de haber pasado unos años, evidenciamos por primera vez una de las alucinaciones de Quell en un teatro de cine. Uno de los empleados le alcanza un teléfono y este se comunica con Dodd quien le afirma que ha descubierto el vínculo entre ellos en el pasado, que lo busque en Inglaterra. Sin dar una explicación más precisa al hecho, Quell se embarca por última vez al encuentro de su padre, más que nada para pedir perdón para que lo vuelva a aceptar en su regazo. Vemos por segunda vez a Peddy Dodd tomando las riendas de la situación -la primera vez fue la masturbación provista a Lancaster Dodd en el lavamanos del baño-. Inclemente, impávida y muy fría sentencia a Quell de desconsiderado, negligente y desinteresado por La Causa, para luego abandonar el cuarto. Lo acontece a continuación es la despedida de estos dos personajes. Por su lado Quell dice que no va a volver al régimen de La Causa, Dodd le afirma que si no está con él está contra él y trata disuadirlo con la tonada de ‘On a Slow Boat to China‘ que simplemente conmueve a Quell hasta las lágrimas porque reconoce que es la única persona que lo entiende pero que La Causa lo sobrepasa. Las lágrimas son una demonstración de impotencia y a la vez de cariño.

Quell vuelve a sus andadas, recoge una mujer en un bar local de Londres y trata de aplicarle el proceso de La Causa mientras están tirando. Ella ríe, le confirma que esta no es su vida y que si se lo preguntara ella estaría más que dispuesta a creer en la teoría de la reencarnación. Él, aunque pareciera que se burla, trata de recordar el proceso con su padre, de emularlo pero contrario a eso le sale una disparatada ocurrencia. Se besan y se soportan. Si hilamos fino, pareciera que Paul Thomas Anderson con este último guiño quisiera decirnos que a Hubbard pudo haberlo sucedido, un loco, un borracho o un crítico ¿A qué persona se referiría Quell en la historia? Las respuestas son diversas si le echamos una ojeada a Wikipedia -se los dejo de tarea ;)-.

La narración de The Master es extraña. Una síncope de eventos que no está naturalmente montada en un ritmo ni lineal ni sólido. Para mi es la versión de la mente intoxicada de Freddie Quell. Si se ahonda un poco en el tema podremos encontrar que el narrador/cámara está muchas veces en primera persona y esa persona no es nadie diferente a Quell. Una mente nublada por los alcoholes de repollo, los aceites de motor, los diluyentes y los mismos químicos de fotografía. Cuánto daño se habrá hecho este hombre y cómo puede aún estar en pie. Su tez cansada, sus dientes oscurecidos, su lesión facial y las manos en jarras son evidencia de ello. Valga la pena así sea al final de esta reseña rescatar el profundo y delicado trabajo de Mihai Malaimare Jr. en la fotografía de esta cinta. Sus encuadres y su tono son grandiosas herramientas para la narración de Anderson. Hay varias que me gustaría resaltar pero me quedo con dos. Quell huye en Shanghai en un arado después de haber cosechado repollos, el sembrado se pierde hasta el horizonte y hacia allá corre Quell para evitar ser linchado. Pero más especial es el plano secuencia de Quell, aún huyendo, cuando divisa una fiesta en un barco, decide que va a colarse, espera el momento oportuno y se introduce en el barco y casi que inmediatamente en un camarote (lo increíble de la toma es que logra cortar a planos con tan sólo el foco del lente, volverse subjetivo y después una armoniosa coreografía donde Joaquin Phoenix se separa del eje de la cámara, salta la barandilla del barco, sube un personaje de la tripulación, la celebración continúa arriba y él logra descansar).

Standard
3D, Action, Actor, Adventure, Animation, Auteur, Awards, Biopic, Brit, Comic, Documentary, Drama, Emo, Epic, Epochal, Exploitation, Fantasia, Folk, French Cinema, Hollywood, Indie, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Musical, Neues Deutsches Kino, Road Movie, Romance, Sci-Fi, Serie B, Short Film, Spaghetti Western, Stop Motion, Storytelling, Thriller, Vacacion, War, Western, World

Oscar, 85th Academy Awards

por Diego Taborda

por Diego Taborda

Buenas noches, a todos. Espero que no hayan tenido que ver la terrible ceremonia de los Oscar de anoche. Agotadora, extenuante, agobiante, opresiva y fatigante. Por unas buenas semanas pensé que habían traído a escena a Seth MacFarlane por su agudo y mordaz sentido del humor. Mentira. Lo trajeron porque le gusta cantar y hace buenos musicales -pero con Family Guy !depordios!-. Aburrido, sonso y con unos pequeños picos, la celebración de la versión de los 85 Academy Awards fue un gran fiasco, una gran decepción.

No obstante he aquí el resumen de la noche y sus ganadores:

Best Motion Picture of the Year Después de mucho especular me gusta que las estadísticas no funcionen al pie de la letra. Argo es la mejor peli del año, y aunque no estoy de acuerdo -dentro de las nominadas la mejor es sin duda Beasts of the Southern Wild-, se supone que una peli donde su director no ha ganado en su categoría está condenada a no ganar tampoco en la suya. Era romper la tradición o que Life of Pi ganara. Al final, La Academia logró tener algo de dignidad y aceptar que el ladrillazo del taiwanés no podía ser la mejor pieza cinematográfica del año: ¡No!

Best Performance by an Actor in a Leading Role Era imposible que otro actor pudiera estar al nivel de Daniel Day-Lewis -valga la aclaración, aún no he visto The Master-, pero Day-Lewis por Lincoln, por Gangs of New York, por There Will Be Blood y por In the Name of the Father, es una leyenda viva digna de toda su adoración.

Best Performance by an Actress in a Leading Role Esta era una categoría dura. Naomi Watts fuera de competencia por una actuación lastimera que nadie compró -feliz con la nominación-. Quvenzhané Wallis es una gran chica con un gran futuro; no estuve de acuerdo con darle el premio porque le tienen que dar la oportunidad de demostrar que Beasts of the Southern Wild no es un golpe de suerte. La pelea era entre Jessica Chastain, con un desempeño promedio, y Jennifer Lawrence desfogando toda su energía y carisma para lograr ser la estrella dentro de una tragicomedia excelente como Silver Linings Playbook.

  • Jessica Chastain por Zero Dark Thirty
  • Emmanuelle Riva por Amour
  • Quvenzhané Wallis por Beasts of the Southern Wild
  • Naomi Watts por Lo Imposible

Best Performance by an Actor in a Supporting Role Tuve miedo. El chovinismo gringo pudo haber afectado la decisión de La Academia y haber elegido a Tommy Lee Jones. Sin ser el mejor de su pieza, me gusta imaginar que Christoph Waltz gana mejor actor de reparto y representa a Samuel L. Jackson y a Leonardo DiCaprio en Django Unchained como un par de monstruos silenciosos que no tuvieron reconocimiento en absoluto.

Best Performance by an Actress in a Supporting Role la ganadora fue Anne Hathaway. No tengo mucho que decir, más allá que menos mal se acabó la ceremonia porque la tortura de su canto fue inconmesurable. Tengo miedo de ver Les Misérables en cine…

Best Achievement in Directing Ni respeto, ni comparto la decisión de La Academia en esta categoría. El ganador fue Ang Lee por Life of Pi. Sin embargo, y a pesar de las grandes capacidades de Lee como contador de historias, Life of Pi es un gran descache de narración y de dirección de personajes. Benh Zeitlin o el maestro Michael Haneke tenían una larga lista de méritos que los ponían al frente en la categoría.

Best Writing, Screenplay Written Directly for the Screen En contra de todo pronóstico, Quentin Tarantino por Django Unchained le ganó al favorito y también independiente Mark Boal. No tengo mucho que decir, mi pelea era más divertida entre Michael Haneke, Wes Anderson y Roman Coppola.

Best Writing, Screenplay Based on Material Previously Produced or Published Aquí el favoritismo apoyó a Chris Terrio por Argo.

Best Animated Feature Film of the Year Una celebración agridulce. Sabía que la ganadora iba a ser Brave pero después de ver Wreck-It Ralph para mi era claro que no había nada superior en esta categoría, sobre todo si tenemos en cuenta los problemas internos de producción de Brave que al final afectaron guión y desarrollo.

Best Foreign Language Film of the Year Contrario a lo que se pueda pensar, y a pesar de las otras cuatro nominaciones, Amour de Michael Haneke (Austria) no era la favorita para ganar esta categoría. La favorita por sus características era Kon-Tiki. Al final, esta categoría sirvió como consolación por haber concursado en varios logros y simplemente haber pasado de largo en todos.

  • Rebelle de Kim Nguyen (Canadá)
  • No de Pablo Larraín (Chile)
  • En kongelig affære de Nikolaj Arcel (Dinamarca)
  • Kon-Tiki de Joachim Rønning y Espen Sandberg (Noruega)

Best Achievement in Cinematography Gran desilusión ver perder a Deakins esta estatuilla y además por el agotado y vendido trabajo de Claudio Miranda en Life of Pi.

Best Achievement in Editing Con una probabilidad de un 40% William Goldenberg logra llevarse tranquilamente esta estatuilla por Argo -aunque también concursaba por el montaje de Zero Dark Thirty-.

Best Achievement in Production Design Una de esas categorías «técnicas» que estuvo muy peleada. La gran perdedora de la noche, Lincoln, abraza esta estatuilla gracias a Rick Carter y Jim Erickson.

  • Sarah Greenwood y Katie Spencer por Anna Karenina
  • Dan Hennah, Ra Vincent y Simon Bright por The Hobbit: An Unexpected Journey
  • Eve Stewart y Anna Lynch-Robinson por Les Misérables
  • David Gropman y Anna Pinnock por Life of Pi

Best Achievement in Costume Design El favorito Paco Delgado. La ganadora Jacqueline Durran por Anna Karenina -otra pieza que me produce profundo desdén-.

Best Achievement in Makeup Sin comentarios. No he visto Les Misérables.

Best Achievement in Music Written for Motion Pictures, Original Score Otra desilusión. Mi favorito era Thomas Newman y al final, con una gran partitura, el ganador fue Mychael Danna por Life of Pi.

  • Dario Marianelli por Anna Karenina
  • Alexandre Desplat por Argo
  • John Williams por Lincoln
  • Thomas Newman por Skyfall

Best Achievement in Music Written for Motion Pictures, Original SongSkyfall” de Skyfall cantada y compuesta por Adele y Paul Epworth.

  • J. Ralph (“Before My Time“) por Chasing Ice
  • Alain Boublil, Claude-Michel Schönberg y Herbert Kretzmer (“Suddenly“) por Les Misérables
  • Mychael Danna y Bombay Jayshree (“Pi’s Lullaby“) por Life of Pi
  • Walter Murphy y Seth MacFarlane (“Everybody Needs a Best Friend“) por Ted

Best Achievement in Sound Mixing Sin comentarios. No he visto Les Misérables.

Best Achievement in Sound Editing Primera vez que veo un empate en un Oscar. El primero fue para Skyfall. El segundo fue para Zero Dark Thirty.

Best Achievement in Visual Effects Otra barbaridad. Life of Pi. El resto de competidores fue superior, aunque todos dejaron CGI en evidencia descaradamente. En realidad si uno se pone a pensar fue bastante mediocre la categoría.

Best Documentary, Features Quién si no Malik Bendjelloul y su Searching for Sugar Man. De pronto The Invisible War pero su desarrollo se aleja del documental y se vuelve periodismo sin mensaje casi amarillista.

  • 5 Broken Cameras
  • The Gatekeepers
  • How to Survive a Plague
  • The Invisible War
Standard
Auteur, Drama, Epochal, Folk, Indie, Internet, Kelly Reichardt, Miguel Vaca, Movie, Road Movie, Vacacion

Meek’s Cutoff

Esas pelis contemplativas, de grandes planos generales extendidos más de la cuenta a lo que estamos acostumbrados en la proyección de la sala, muy costumbristas y con fotografía de muy alta calidad me encantan -recuerden que me crié con Wenders y Herzog en la universidad-.

Meek’s Cutoff de Kelly Reichardt fue una de tantas pelis que vi anunciada en San Francisco y que no tuve oportunidad de atender allá. Tenía muchas ganas de verla y gracias al Festival 4mas1 logré hacerlo.

Es la historia de una caravana en una travesía por Oregon, que se apartó de una aún más grande, buscando pastos más abundantes mucho más al sur. Situada a finales del siglo XIX, se enmarca una odisea relativamente plana donde los partidarios de esta decisión, gracias a la escasez de agua, los largos recorridos a través del desierto, empiezan a estar en desacuerdo con su líder Stephen Meek, interpretado Bruce Greenwood (Super 8, Star Trek) oculto en una desordenada melena y una larga barba. Meek responsable del atajo, es obstinado y prepotente, es incapaz de pedir ayuda o de reconocerla en ningún momento. Las tribulaciones de las familias que lo acompañan terminan cediendo ante la llegada de un aborigen que posiblemente tiene mejor ubicación o por lo menos conocimiento de la ya escasa agua. La falta de fe de sus seguidores atenta contra el comando de Meek, el gran problema es la comunicación entre estas dos culturas tan inclinadas a no comunicarse, como lo eran los inmigrantes y los nativos de toda la extensión de Norteamérica.

La peli tiene una excelente fotografía, es costumbrista y contemplativa pero a diferencia de los grandes directores del neoexpresionismo alemán padece de una falta de contenido o significado. Es más una bella expresión cinematográfica en la estética de esta peli. A mi parecer una mecha quemada de Michelle Williams (Blue Valentine, Shutter Island) y Paul Dano (There Will Be Blood, Little Miss Sunshine) que toman muy en serio sus decisiones de producción y aunque la cinta de Reichardt está volcada completamente al género independiente que les apasiona, el alcance al final no es el mejor logrado.

La peli logró mejor producción en los Spirit y también participó oficialmente en La Biennale de 2010 donde aruño el premio SIGNIS para su directora. Gracias a MUBI y el Festival 4mas1 podemos observarla hasta hoy.

Standard
Auteur, Cine de España, Coral, Drama, French Cinema, Gaspar Noe, Indie, Latin, Miguel Vaca, Movie, Romance, Storytelling, Suspense, Thriller, Vacacion, World

Enter the Void

Una historia sencilla siempre es buen indicio de que una peli tiene potencial. Un hombre se transforma en villano a través de su codicia y pasa por encima de todos incluso de su propio hijo (There Will Be Blood); un hombre se enamora de una mujer pero ella muere prematuramente antes de cumplir sus sueños juntos, él en vida pelea por conseguirlos para los dos (Up); un hombre de edad avanzada ha perdido sus capacidades mentales pero todavía es capaz de contar su última historia increíble (The Adventures of Baron Munchausen).

Tener la historia sencilla, es bien complicado de lograr pero al tenerla todo lo demás se hace más sencillo porque una buena historia lo es todo. Un buen planteamiento, un buen nudo y un buen desenlace acorde a toda la peli hacen que los demás elementos fluyan con naturalidad. Nadie dice que sea fácil y que siempre se logre pero es un buen comienzo. Ahora bien, muchas historias ya se han contado antes pero la honestidad y estilo con que se haga cada vez que se cuente hace que un proyecto sea genial, o cliché.

Enter the Void de Gaspar Noe en 2009 es una historia sencilla hiperbolizada en la rúbrica del director. Tan sencilla como su proyecto anterior Irréversible. Es una peli que ante todo pertenece al género de autor, además es vanguardia, es la forma sobre el fondo y sin embargo es una historia sencilla, tierna y muy impactante. El trabajo narrativo en algún momento se vuelve cadencioso, repetitivo y alcanza a perder el interés del que está viendo el filme pero es innegable el gran trabajo del director que estuvo en los principales aspectos de la peli, desde el guión, la producción y el montaje para dejar al espectador muy bien ubicado después de todos sus juegos. El montaje fue una labor artesanal de pegar y pegar secuencias de una manera impresionante, moviéndose con libertad en el tiempo y el espacio, libremente una y otra vez, una y otra vez, hasta el cansancio pero sin perder de vista lo importante de seguir contando la misma historia. Varias veces durante la peli pensé que a Noe no le importaba la continuidad o el salto de eje, por el contrario, una cámara subjetiva y semi-subjetiva toda la peli, autoritariamente presenta la continuidad como único ejercicio académico para poder entender el hilo conductor.

La sordidez para manejar la impotencia, el incesto, el complejo de edipo o la infidelidad son apenas excusas para reforzar el tema que el entorno es muy agresivo alrededor pero siempre los rasgos de ternura serán más fuertes que nada.

La peli me encantó. No puedo afirmar que sea mejor o peor que Irréversible que me parece una obra de arte completa de principio a fin, como les digo la peli se repite demasiado, el ritmo se pierde pero la historia… La historia es increíble. Noe se toma casi tres años para sacar cada uno de estos proyectos, más que por realización imagino que por montaje, Irréversible en 2006, Enter the Void en 2009. 7 Days in Havana ya está en pre-producción y se espera su lanzamiento para 2012. Desde ya estamos intrigados con el proyecto pues puede ser el hundimiento iconoclasta de este versatil director que empieza a tocar las puertas de Hollywood u otra historia sencilla manejada de manera audaz y creativa.

Standard
Miguel Vaca, Movie, Vacacion

Afiches más Destacados

por Diego Taborda

Cuando decido hacer una entrada para este blog, mi labor no sólo se limita a dar una visión de la peli tratando al máximo de no arruinarla para nuevos espectadores; también comienza un labor de búsqueda del afiche en una buena resolución. Lo bonito ha sido en algunos casos recordar las marquesinas y en otras detestar la mediocridad de algunas producciones pero generalmente ha sido satisfactorio poder coleccionar todas estas imágenes.

Se me ocurrió que porqué no hacia una lista de los más destacados. Quisiera advertir que no están en ningún orden en especial, que aunque no todas las pelis son buenas en esta lista muy seguramente sus afiches pueden ser la disculpa para su destacamiento y que muy posiblemente en algunos casos escogí el afcihe no oficial porque era más bonito el de la campaña de promoción. Y hela aquí a continuación, sin más presunciones que mostrar los afiches que más me han gustado dentro de mi corta colección.


Standard
Auteur, Drama, Epochal, Folk, Hollywood, Indie, Miguel Vaca, Movie, Paul Thomas Anderson, Vacacion

There Will Be Blood

There Will Be Blood (Petróleo Sangriento) es la más reciente peli de Paul Thomas Anderson, otro de mis directores favoritos (ya habrá tiempo para hablar de todas y cada una de las películas del resto de favoritos como Wes Anderson, Bryan Singer, Spike Lee, Jim Jarmusch, Martin Scorsese, Alexander Payne, David Fincher, Los Hermanos Cohen, Steven Soderbergh, Quentin Tarantino, Werner Herzog, Wim Wenders, entre otros). Como casi todos ellos, mi juicio es parcializado hacia sus pelis pero es que no puedo sentirme culpable si cada vez que veo una de ellas no me defraudan y me cobijan en un ámparo súper bien estructurado. There Will Be Blood es una peli que es rica en historia, en actuación, en musicalización, en fotografía, en diseño de arte, en simbología y además como si fuera poco en profundidad de contenido.

Las actuaciones son impecables desde el pequeño Dillon Freasier interpretando a H.W hijo de Plainview (Daniel Day-Lewis) pasando por Paul Dano o Ciaran Hinds quien con un sencillo papel de soporte da vida a la personalidad del protagonista. A mi me sucedió, que salí enamorado de la maldad de este personaje que interpreta Daniel Day-Lewis, un ser seriamente complejo, introvertido y profundamente analítico, estricto, fiel a su moral y por lo mismo un ganador. No deja de darme escalofríos, por lo mismo, que uno salga con ganas de un bife de chorizo, un trago doble de whisky y con ganas de golpear una cabeza con un pino. Paul Thomas Anderson nos trae un perfecto anti-héroe a las pantallas y lo terminamos alabando, terminamos amando al antagónico, terminamos celebrando sus perversas hazañas y terminamos siendo conscientes de que ese sueño americano que nos vendía Hollywood hace unas décadas no puede lograrse si no se practica un estricto neoliberalismo salvaje.

La peli entonces es perversamente bella, la música y su diseño de sonido son oscuros como el mismo color del petróleo que abunda en las subtierras de Little Boston, una serie de percusiones sincopadas, un concierto para violines y orquesta o un estruendoso chelo animan la tensión reinante de la peli (y el silencio, el silencio en las escenas más dramáticas es una pincelada de color rojo intenso protagonista al igual que el petróleo durante toda la obra). La fotografía está pensada para espacios abiertos de colores intensos con poca saturación y se contrarresta con una iluminación, tanto de día como de noche, donde abundan las sombras fuertes y contrastadas que al final nos esgrime nuevas y dramáticas facetas de este gran personaje que es Daniel Plainview.

Merecido el oscar que alcanzó Day-Lewis, aplausos y venias, merecidísimas las nominaciones de su director lástimosamente no todos pueden ganar pero por lo menos perdió frente a otra muy buena peli (No Country For Old Men de Los Hermanos Cohen) que no nos deja con el sinsabor de la desdicha, fue incluso un buen año para Anderson ya que las nominaciones no faltaron e incluso los premios no fueron pocos.

There Will Be Blood es una peli ruda, hermosa, entretenida y  por lo mismo no se sienten las casi dos horas y media de celuloide que pasan frente a nuestros ojos cada vez que presenciamos esta obra de arte. Con gusto me la seguiré repitiendo.

Standard