Para los que vimos, y nos gustó, African Cats de la casa Disney Nature hay una gran sorpresa en cartelera comercial, en estos momentos. Alastair Fothergill nos trae de nuevo una increíble historia que raya en el drama pero que sigue siendo un gran documental de animales salvajes en lo más profundo de los paisajes africanos, esta vez acompañado de Mark Linfield.
El paraje es Uganda, Costa de Marfil y con la colaboración de Tim Allen como narrador este par de documentalistas nos traen la historia de Oscar en Chimpanzee. Oscar, es un pequeño chimpancé que vive con su grupo familiar recogiendo nueces y frutas o eventualmente cazando -no sabía que también eran carnívoros pero es una buena enseñanza que deja el documental. Su statu quo se ve amenazado por otro grupo de chimpancés que merodean sus territorios y quieren apoderarse del gran patio de las nueces, un manjar irresistible para cualquiera de estos animales. Al igual que en African Cats, la edición nos muestra una historia muy bien elaborada, con personajes sólidos, unos muy tiernos y otros antagónicos presentes fuertemente en el drama de dominio territorial. Sin embargo un nuevo protagonista aparece: La Selva.
En African Cats, las estepas dominaban los panoramas. La acción más común era el trote y la cámara en «tiempo de bala» era perfecta en la cacería de los felinos dentro las grandes manadas. El narrador era Samuel L. Jackson y su tono también encajaba perfectamente en el tono narrativo de acción pura. Aquí en Chimpanzee, los protagonistas están colgados en los árboles y el ambiente juguetón descolgándose de rama en rama es propicio para una música pintoresca llena de trombones, pianos, tambores y mucho swing. Esta vez el efecto predilecto por el par de cinematógrafos y el departamento de edición es el «paso del tiempo» que es una técnica de grabación donde se toman cuadros en lapsos mucho más largos que lo normal -por ejemplo un cuadro cada minuto- dando la sensación de aceleración de elementos imperceptibles a la observación ordinaria. De esta forma es que sentimos que La Selva se mueve, se acomoda, respira. Y dentro de esta selva estos chimpancés parecen incansables y muy felices. Tim Allen tiene un tono diferente a Jackson, acomoda chistes y es tan juguetón como ellos mismos, sin embargo, y es un gran aporte a este formato, el hecho de estar filmando chimpancés los hace muy cercanos a los humanos y en algunos momentos parecen estar actuando.
Los chimpancés son tiernos, son sociales, son agresivos y son jerárquicos. Con unas finas pinceladas del montaje, son también irascibles, vulnerables y temerosos de las tormentas. Casi que podemos decir que hay planteamientos psicológicos y desarrollos de personaje en la pieza de Fothergill y Linfield. Chimpanzee es un éxito entretenido del formato documental al que nos tiene acostumbrado Disney Nature.