Auteur, Comedy, Drama, Folk, French Cinema, Indie, Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro, Miguel Vaca, Movie, Romance, Storytelling, Thriller, Vacacion, World

Delicatessen

Jean-Pierre Jeunet hizo muchos cortos antes de lanzar su primer largometraje Delicatessen en 1991. Los primeros animaciones reconocidas por sus premios en las cuales trabajó con Marc Caro en cinematografía y montaje, los últimos cortos eran argumentales donde él mismo actuaba y en el último de sus cortos Foutaises de 1989 se unió a Dominique Pinon que de ahí en adelante se volvió su actor fetiche.

Los tres, Dominique Pinon, Marc Caro y Jean-Pierre Jeunet definen en Delicatessen la estética y el argumento de lo que en principio es una farsa pero mucho más importante el principio de la estética y rúbrica que definen a uno de los directores más divertidos del cine contemporáneo. Tal vez, su última peli Micmacs à tire-larigot sea un tanto más de lo mismo y se empiece a sentir el cansancio en su creatividad con un sentido iconoclasta en sus imágenes pero nadie puede negar que las sonrisas son parte esencial de una visita al cinema cuando Jeunet dirige la peli.

Delicatessen seguramente no sea su mejor obra aunque definitivamente si es la que más reclama culto por parte de sus admiradores. Y no es para menos, para los que no conocíamos a fondo el cine francés, para los que la fantasía se debatía entre Terminator 2 y Viaje a la s Estrellas la afiliación hacia un género costumbrista, anacrónico y descabellado era casi que inmediata. Puedo afirmar que Delicatessen no es la mejor peli de Jeunet porque estaba madurando su acompañamiento musical, estaba experimentando con secuencias de imágenes que le proporcionaban ritmo, continuidad, humor, secuencia, y estaba definiendo sus cámaras y su fotografía que permanecerían casi invariables durante todo el resto de su portafolio. Sin embargo los rasgos de genialidad saltan a la vista en esos mismos experimentos, el concierto de chelo y serrucho, el ritmo visual y musical generado por la orquesta de cotidianidades cuando el carnicero está tirándose a su vecina o la ingeniosidad para crear los diferentes artilugios de cada personaje casi como elementos de su propia personalidad.

Siempre pensé que me encantaban los títulos de presentación de Napoleon Dynamite o Nacho Libre, los consideré realmente sofisticados en The Royal Tennembaums y pintorescos en Amélie pero no llegué a pensar nunca que eran parte de un gran estilismo creado por Jeunet desde siempre.

Delicatessen no es sólo una pieza recomendada, es una pieza que no debe faltar en nuestras videotecas 😉

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Epochal, Indie, Miguel Vaca, Movie, Vacacion

Vacas

Después de ver esta peli lo más interesante para mi es el director.

Julio Medem fue desde joven un interesado en el cine y armó, desde 1977, cortometrajes en formato Super8 con una cámara que le había regalado su padre. Empezó a estudiar psiquiatría y logró su acreditación como doctor a los veintisiete años, sin embargo, siguió inquieto en el cine y posteriormente después de conseguir un premio por otro de sus cortometrajes decide hacerse profesional.

A sus treinta y cuatro años de edad, filma Vacas, con un éxito inusitado en el medio independiente, siendo destacados Turín, Tokio, Montreal, San Sebastián y Londres. Yo lo vengo a conocer en el Festival de Cine de Bogotá en 1994 cuando ganó el Disco Precolombino como mejor película en ópera prima.

Me encantó y seguí su trabajo hasta que me fui desinteresando poco a poco gracias a que se me fue volviendo predecible su trabajo.

Debo ser honesto, esta peli lastimosamente requiere de un bagaje político que no tengo. La carga de contenido social e histórico es más fuerte que la trama misma y por lo mismo me convertí en un espectador pasivo. Voy a intentar mi opinión de lo que pueden significar Las Vacas en esta peli pero si hay alguien que nos pueda aclarar mejor el tema, lo agradecería en el alma.

Medem es oriundo del País Vasco, una zona en disyunción constante de España como república. Esta zona ha estado en constante pelea por su independencia pero España no lo ha permitido y ha hecho de esta pelea un hecho cotidiano de cientos de años.

Las Guerras Carlistas son las guerras que denominan los enfrentamientos entre los partidiarios y descendientes de Carlos María Isidro de Borbón y los liberales partidiarios y descendientes de Isabel II de España. Hubo tres guerras carlistas pero en la última fue donde se involucró por primera vez el País Vasco. Los carlistas se caracterizaban por boinas rojas que el mismo Carlos VII usaba.

La peli entonces narra las incidencias de los enfrentamientos de dos familias vascas que se extiende desde las guerras carlistas hasta la guerra civil española, un simil de la situación que vivían los mismos habitantes del País Vasco que se veían a si mismos polarizados por creer en la indepencia de su territorio o el apoyo a la unificación falangista; o los que apoyaban la izquierda de los liberales o la derecha de los franquistas.

Las vacas aparecen entonces como metáfora misma del pueblo vasco que se ve entre el fuego cruzado de estas dos familias durante tres generaciones, volviéndose literalmente en una carnicería de la locura generada por esta ignominia. Carmelo Gómez que interpreta tres facciones de las generaciones de esta historia, primero pertenece a la familia de los liberales como el abuelo, después el padre como el “hachero” y después al bastardo que sobrevive a la guerra de ambos.

La intensa semiótica de la peli, a mi parecer, no permite disfrutarla completamente. Y las actuaciones atraviesan la ingenuidad del neonato director y sucumben en sobreactuaciones y teatralidades que no le añaden mucho, ni a la historia, ni al producto mismo.

Es divertido los ejercicios con los encuadres y las cámaras que usa para acentuar momentos importantes de la historia; la secuencia que más recuerdo es el seguimiento de una astilla, de un madero recien cortado, que los actores siguen con la mirada, luego la cámara la sigue en plano detalle y, finalmente, se deposita en un bolsillo de Ana Torrent quien se siente excitada de ese pedazo de madera tan cerca de su vagina. La metáfora se completa cuando Gómez afecta sexualmente a la Torrent en medio del bosque y da origen al bastardo.

Me va tocar estudiar más la situación política de la España a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, para revisar después la peli y poder reevaluar mi calificación, que muy seguramente es injusta.

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Drama, Folk, Indie, Juan Pablo Rebella, Latin, Miguel Vaca, Pablo Stoll, Serie B, Storytelling, Vacacion

Whisky

No hay nada como recordar esta peli con una vaso de whisky, esta vez al calor de un Glenfiddich 12 años, niquelado y con el aroma intacto. Aunque el gwiski, en la peli hace referencia a la falsedad, a las situaciones incómodas, a las dobles morales… Un whisky, como al final, sin mirar atrás y se acabó, pa’ delante!!!

Recuerdo trabajar en Zero y recien haber ido a Argentina; recuerdo que el acento de esta peli se me acercaba mucho al porteño de los bonaerenses; recuerdo el pollo asado y el té que chupabamos todos los días al medio día como disculpa de un almuerzo medianamente respetable; recuerdo que la ginebra me hacía mucho daño al otro día y me había determinado a sólo consumir whisky y que haya habido una peli con ese nombre me parecía espectacular.

Sin embargo, vanagloriabamos con Choco y con el Zurdo, lo bonita que podía ser una peli de la nada, de la cotidianidad, de la verdadera realidad de una ciudad y su ciudadano, de lo hastiados que estabamos de Víctor Gaviria, sus pelis de sicarios, sus madrazos sin ton ni son, su falta de guión, su falta de creatividad, su iconoclasticismo, su falta de realidad. Vanagloriabamos, que no sólo se pueden hacer pelis de terrorismo y violencia, hay muchas historias de la vida colombiana que se pierden en la mitd de todo ese embrollo y que los actores naturales pueden usarse de una manera muchísimo más inteligente.

No es el caso de hablar de los colombianos, esta peli es suficientemente basta como para dedicarle varias entradas. Hoy después de mucho tiempo, vuelvo a comprarla (la primera vez la regalé en un cumpleaños) y al releerla sigo conmovido. Curioso, lo que más me gusta son las actuaciones y parecen ser todos desconocidos, lo que implica un trabajo de dirección muy grande para lograr ese punto exquísito, al cual llegó la peli. Odiar a Jacobo, conmoverse hasta el tuétano con Marta y comprender la naturaleza de los Köller con Herman es un logro muy destacado. Ahora bien, las actuaciones son importantes, pero si nos alejamos un poco y observamos, las locaciones, las cámaras, el costumbrismo con que la narración nos describe una Montevideo deprimida y solitaria se nota que este par de uruguayos son unos monstruos dirigiendo.

Por su lado, Juan Pablo Rebella, no hizo nada más después a nivel de cine y Pablo Stoll si no es por Hiroshima hubiera seguido el mismo destino.

La peli es independiente, como todo el cine en Latinoamérica, sin embargo logró veinte premios destacando premios importantes y sobresalientes en Cannes, Guadalajara, La Habana, Tokio y Montevideo.

La recuerdo con melancolía porque fue una de tantas historias que me unió mucho con Choco y porque me recuerda que la escencia no está en las megaproduciones, en la cursilería, en las historias de sicarios, en las animaciones o en la ciencia ficción. La escencia está en la historia y en el que la sepa contar bien y ahí hay mucho de sentido en el amor que siento por el cine.

Nota personal. Marta conmovedora, humilde, simpática, empática. Siempre honesta, tomó su oportunidad y se libró de su karma o simplemente se hastió del tema sin la bendición de su destino pero fue feliz. Sigo recordando a Doña Martha (esta con “h”) que no importando las oportunidades de la vida fue fiel a su convicción de amar por encima de todas las cosas a ese Jacobo, tan inerme, tan seco, tan Rodríguez.

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