Auteur, Den Danske Film, Exploitation, Hollywood, Indie, Miguel Vaca, Nicolas Winding Refn, Serie B, TV, Vacacion, World

Too Old to Die Young

Too-Old-To-Die-Young-poster-serie-amazon

Bueno…
Hagamos una pausa del cine y revisemos series de la tele. Tengo tres propuestas para ver; una en el futuro, otra en el presente y la otra en el pasado.

Empecemos por el futuro; este año se estrenará la serie de televisión creada y dirigida por Nicolas Winding Refn, aquel director de La Trilogía Pusher, Bronson, Valhalla Rising, Drive, Only God Forgives. Su atractivo, emerge del nuevo cinema danés, pero distinto a Vinterberg, Genz, Madsen y Bier, Refn es mucho más oscuro, melodramático, ochentero y visceral.

A pesar de su traspié en The Neon Demon, creo que fue sencillamente eso, un tropezón y que esta serie puede ser su forma de salir adelante.

Standard
Action, Auteur, Den Danske Film, Drama, Epic, Exploitation, Folk, Gangster, Indie, Internet, Miguel Vaca, Movie, Nicolas Winding Refn, Romance, Serie B, Storytelling, Suspense, Thriller, Vacacion, War, Western, World

Only God Forgives

only_god_forgives

En principio, Only God Forgives se presenta como una cinta pretenciosa e intelectualoide, llena de innumerables pistas para determinar el significado de su trama, sus personajes y su objetivo. Pero la última peli del danés Nicolas Winding Refn es menos presumida de lo que parece, tan sólo hay que conocer un poco la superficie de su portafolio y ella misma se deja descifrar fácilmente.

Refn tiene una fascinación por la determinación del héroe en un relato fantástico; sus tramas tienen un protagonista principal que se desenvuelve en un argumento épico casi de manera consistente en todas las piezas que hemos revisado de él (Pusher I, II, III, Bronson, Valhalla Rising, Drive). El llamado inicial en esta peli es el título y nos vincula de golpe a un plano teológico “sólo dios perdona” pero antes de nombrar al supuesto dios, Refn define su antagónico, el diablo, abriéndole un preludio con una línea de uno de sus personajes clave “…es hora de conocer al diablo“. Vithaya Pansringarm interpreta a Chang, un ex-policía que se ha convertido en un padrino local en Tailandia y rige con el filo de su espada el orden que necesita el caos para desarrollarse. Frente a Chang, que es patrono de prostíbulos, cuadriláteros, casas de apuestas y cuanto escondrijo exista, se atraviesan un par de hermanos narcotraficantes. Su punzante juicio cae sobre Billy (Tom Burke) no porque ose trabajar en sus territorios sin permiso sino porque su exceso con una prostituta desata un tipo de anarquía que debe ser obligada a replegarse para mantener el estatu quo. Julian, el otro hermano interpretado por Ryan Gosling, entra en una dualidad moral al tener que determinar si mata al verdugo de su hermano o si lo perdona por los actos indignos que justificaron su muerte.

Los colores en la cinta se manifiestan de forma maniquea y por eso de pronto me parece tan especial el afiche de esta entrada; el rojo define al diablo que es hombre, es padre, es paternalista, es moderado, cauto, racional y letal cuando cuida a sus hijos, no permite que otros hagan su trabajo, es responsable y cuidadoso; dios por el contrario es mujer, es madre, es emocional, manipuladora, letal y vengativa por instinto, se mantiene enterada de todo pero apartada, silente, su trabajo es desarrollado por terceros y además es azul. Sabemos exactamente en qué parte estamos porque con este cromatismo nos desplazamos geográficamente del cielo al infierno, sabemos quién domina sus alrededores, quién es diligente en su zona y cómo se siente incómodo cuando se encuentra fuera de su contexto.

Pero no estaríamos hablando de una peli de Nicolas Winding Refn si todo se limitara a una explicación maniqueista de la vida porque el nórdico nos ha enseñado que nadie es bueno o malo per sé. Su juego teológico parece más cercano al que se define en la Grecia antigua donde las deidades tenían personalidades, sentimientos y sufrían por los hombres en la tierra; su posición en el Olimpo no impedía que fueran erráticos y que pagasen por las consecuencias de sus acciones. En alguna entrevista de Cannes, Refn definía la cinta como la historia de un hombre que se cree dios -refiriéndose en teoría al personaje de Pansringarm– y otro que lo quiere matar. En el desarrollo mismo de los perfiles, se va ahondando en cada uno de uno de ellos, explorando sus emociones y su contexto; las luces ya no son arbitrariamente de un sólo tono sino que se van mezclando y van surgiendo nuevas gamas, nuevas texturas.

En Only God Forgives se nos presenta toda una cosmogonía de facto en la relación de los personajes, una guerra de ángeles contra demonios, una arena de hombres y mujeres, una confrontación de divinidades. Pero si se lo piensa bien, la cinta es un «western» clásico, el protagonista debe cumplir una gesta hasta alcanzar el culmen de su epopeya y es cuando se encuentra frente a frente con su enemigo mortal, en un duelo que sólo ellos dos pueden definir. Julian aparece en escena como un semidiós, el hijo de un dios con un mortal, pero ¿cómo un ser insignificante para una deidad puede doblegarla? Ese es el quid del asunto en esta pieza de Refn.

La pieza padece de una narración inconexa, muy raro en Refn que es tan delicado en el quehacer de su filigrana. Pero no se puede desacreditar de golpe a la cinta como lo ha venido haciendo la crítica internacional, en parte por la exquisita cinematografía de Larry Smith -que ya había trabajado con el director en Bronson y que en la pieza se vuelve minuciosa y muy descriptiva; como lo decíamos antes, es gracias a la fotografía que uno se ubica geográficamente- y de nuevo la genialidad de Cliff Martinez -un tanto más ambiental y, por lo mismo, más étnico para establecer la obra en un ambiente oriental-. Sin embargo, si existe un desbalance y pareciera venir del lado de donde Winding Refn se siente más cómodo, el liderazgo de su pieza principal. Con su paso por las pelis en Hollywood, Ryan Gosling se ha vuelto inconsistente; piezas como Crazy, Stupid, Love o Gangster Squad demostraron que el niño prodigio no siempre tiene un as bajo la manga y que puede estar exhausto del ritmo de casi una decena de pelis en menos de tres años -unas muy buenas, otras realmente patéticas-. En Only God Forgives, se entiende que es el hijo menospreciado de su madre (una increíble y casi irreconocible Kristin Scott Thomas) pero sus primeras escenas parecen un ridículo de si mismo; una falsa seriedad, una mueca de sonrisa que se le sale del gesto cuando en realidad debería estar perplejo y al final una clara falencia de credibilidad en su desempeño; Gosling no descifró, o no quiso descifrar, el rol de Julian y presentó una acartonada versión del piloto de Drive, dañando el promedio de la pieza y dejando sin piso a su director.

La cinta se hace peculiar en una particularidad que no había notado sino hasta ahora. Nicolas Winding Refn sabemos que explota temáticas marginales, personajes que son definidos como antihéroes y sus tramas de alguna forma son anacrónicas pero en el giro de la moneda también están centradas en una vendimia ochentera narrando historias típicas de bajo presupuesto. Refn ha explorado lo urbano de Copenhague, las veredas mitológicas nórdica cercanas al Valhalla, las cárceles británicas, el mundo de los dobles de riesgo en Hollywood y ahora una pequeña particularidad del folclor tailandés. ¿Será posible que Refn adapte su estética y sus temáticas al entorno en el que se desarrollan? ¿Será posible que esta Only God Forgives esté más cerca de lo que aparenta a Loong Boonmee raleuk chat pieza realizada por Apichatpong Weerasethakul (El hombre que recordaba sus vidas pasadas), que se vuelve icónica en Tailandia como el resurgimiento de su cinematografía gracias a la Palma de Oro alcanzada por su director un par de años atrás?

De pronto es hilar demasiado fino…

Standard
Auteur, Den Danske Film, Exploitation, Folk, Gangster, Indie, Miguel Vaca, Movie, Nicolas Winding Refn, Serie B, Storytelling, Thriller, Vacacion, World

Pusher III: I’m the Angel of Death

pusher-3

I’m the Angel of Death es el cierre de la trilogía Pusher de Nicolas Winding Refn. En términos generales la más regularcita de todas. El decaimiento de la calidad de la serie va conforme esta avanza. Pusher termina siendo la mejor de todas con creces, Pusher II demuestra cierto agotamiento y Pusher III la obligación de la tarea casi sin motivación.

I’m the Angel of Death es la historia de Milo (Zlatko Buric), el personaje que termina aportando redondez a la trilogía, con apariciones fugaces en cada una de las salidas. En la primera, Milo hace negocios con Frank y este no puede responsabilizarse por ellos, Milo parece ser indulgente y ve la forma de ayudar a su amigo a salir del problema. En el segundo episodio, Milo ya no es tan ingenuo y se sale con la suya previendo cuando Kusse-Kurt se intenta aprovechar de una situación problemática con un paquete de heroína. En esta tercera salida, ipso facto reconocemos a Milo, está un poco estresado porque tiene que preparar la comida para el cumpleaños de su hija, debe encargarse de un cargamento que le acaba de llegar y además en ese cargamento no le llegó la heroína esperada sino unas pepas de las cuales él no es un experto en mercadear.

Digamos que como capítulo independiente, I’m the Angel of Death es una historia divertida con el mismo tono de la trilogía. Puesta en contexto, la cosa se empieza a complicar. Tenemos una idea de Milo, que es recursivo, calmado, buen amigo y no pierde sus cabales. Pusher III nos vende una idea completamente diferente, y sin mayor desarrollo, lo pone al mismo nivel de Frank, Tonny o el ya nombrado Kusse-Kurt (que aquí hace una aparición innecesaria, con el pelo un poco más largo y más allá del bien y del mal – un ejemplo errado de cómo no debe ser tratado un cabo suelto, en un final abierto). Al final las pepas que adquirió Milo son de un jíbaro albanés y tiene que venderlas en un tiempo determinado, por lo que acude a Muhammed -un árabe que vimos en Pusher II vendiéndole un arma a Tonny-. Este árabe lo deja colgado en su compromiso, su comida se complica, su negocio se paraliza por una epidemia de diarrea y para colmo de males un polaco llega a su negocio donde tiene que atenderlo obligado por una responsabilidad adquirida.

En perspectiva, la historia es aún más forzada de lo que parece. Es interesante el acercamiento a la cultura serbia de Milo, el tono gore más acentuado, el reconocimiento del yerno como competidor, la transformación de su hija en un careo que sostienen en plena fiesta y súper fuerte el como en dicha confrontación la relación padre-hija desaparece. En una entrevista posterior a Zlatko Buric, el actor afirma que dos momentos le parecieron muy complicados haciendo la peli; el primero, la escena de las vísceras en el restaurante porque era tan fuerte que duró con el estómago revuelto una semana; el segundo, el enfrentamiento con su hija (Marinela Dekić), porque la forma en la que lo proyectó Refn fue un tanto incestuoso y la escena se le volvió erótica en su cabeza.

Al final, Pusher III logró su cometido. No logró reconocimiento alguno en los círculos independientes pero si logró financiar la quiebra del director que finalmente después de esta peli pudo realizar las grandes piezas que lo hicieron famoso y aclamado (Bronson, Valhalla Rising, Drive y ahora Only God Forgives).

Standard
Auteur, Den Danske Film, Drama, Exploitation, Folk, Gangster, Indie, Miguel Vaca, Movie, Nicolas Winding Refn, Serie B, Storytelling, Thriller, Vacacion, World

Pusher

pusher-1

Pusher literalmente significa jíbaro, que no es un traficante de droga sino su más simple expendedor. El jíbaro es el que está más satanizado en la cadena del narcotráfico porque es él quien decide si le vende a niños, a drogadictos muy llevados e incluso es al que le toca fiar, cobrar, amedrentar y matar para poder colectar el dinero que van a arcas más altas. Pusher de Nicolas Winding Refn es sencillamente eso, una semana en la vida de un jíbaro danés que es llevado al límite de lo que normalmente puede soportar. No sabemos si así son todas sus semanas o así es esta en particular porque el realizador genialmente nos deja en un vacío anacrónico que nos permite abrir nuestras cuestiones mucho más allá de lo primeramente establecido.

El jíbaro es Kim Bodnia e interpreta a un hombre frío, organizado que se le sale todo de control y termina muy transfigurado, arrinconado, estresado, frustrado. Pareciera que el camino que le abre Refn es tosco e improvisado, gracias a la forma en que Pusher es filmado -combina 16mm con Super 16 que son formatos de baja resolución- pero poco a poco nos vamos dando cuenta que detrás del jíbaro hay un gran trabajo de desarrollo del personaje que termina por conmovernos y simpatizarnos. Al lado de Bodnia, vemos a un joven Mads Mikkelsen en un papel secundario, no digamos que sencillo pero su evolución no es evidente en pantalla. Sabemos que Mikkelsen trabaja posteriormente con Refn (Bleeder, Pusher II, Valhalla Rising) y se entiende porque en el poco tiempo que tiene de exposición logra mostrarnos un personaje grosero, grotesco, descuidado y miedoso. La última vez que lo vemos, está de espaldas sangrando y con puntos suspensivos en su historia.

Siendo esta la primera peli de Refn, parece esbozarnos sus intereses más primarios a la hora de hacer cine. Lo primero es que le gusta escribir sus historias y tener control sobre ellas -si no estoy mal ha escrito diez piezas y diez piezas ha dirigido-; lo segundo es que le gusta hablar de hombres ordinarios, estándares, sin negar que son sobresalientes pero donde su esfuerzo aún no ha madurado en fama, fortuna o clase social; y tercero, de alguna forma se vuelven héroes ante nuestros ojos. Estos hombres singulares se vuelven el centro de atención (Bronson), la fuerza del afecto (Drive) o la guía de sus pares (Valhalla Rising). Muchos de sus personajes se desmoronan pero en otros estamos presenciando la cúspide de su estoicismo.

Refn en ese detalle es genial.

Pusher realmente es una peli interesante y súper pertinente para nuestro público, con toda la controversia alrededor de las narco-producciones, que tanto nuestros canales de TV como nuestras productoras de cine están realizando. Gran parte de mi desacuerdo con la censura hacia estas producciones es que sus críticos quieren tapar el sol con las manos y negar realidades de violencia que están latentes en nuestra sociedad. Si se entienden las producciones audiovisuales, independiente si son televisivas o cinematográficas, como apreciaciones, pulsiones de rechazo o incluso verdades de nuestra historia, y que obviamente no pueden hacerse a la ligera, tenemos en nuestras manos no sólo la oportunidad sino la responsabilidad de contarle al mundo lo sucedido en nuestra historia, en nuestro entorno y con nuestras palabras. Sea en ficción, docudramas o documentales. Lo que pasa es que toda la gente alrededor de estas piezas tampoco ayuda. No son apologías al crimen, son simplemente fórmulas baratas que les ha significado buenas regalías. Mi mayor contrariedad es que se están banalizando los hechos tomándolos de una forma simplista y lo que logran al final es sólo levantar costra donde aún no han sanado las heridas.

Cerrando la idea, lo que más estúpido me parece es que los actores pidan perdón por participar en estos roles. Ni ellos, ni los directores e incluso ni los escritores deberían pedir disculpas. Si se sienten apenados, no tomen el papel. No llamen más la atención en un sentido lastimero que es el que más causa daño. Si sienten que la aproximación es frívola o superficial denúncienla pero no se hagan cómplices y después pidan perdón. Y si no tienen más ideas pues de seguro hay mucha gente por ahí con muchas ganas de una oportunidad para demostrar todo su talento. Me parece genial que la teleaudiencia se haya movilizado y haya decidido no apoyar más algunas producciones. Lo que me parece errado es que traten de censurar el tema y no la calidad como se aborda. Los que deberían estar disculpándose son los estudios, los canales y las productoras porque en ellos si que recae la culpa de cómo se hacen y cómo se cuentan los acontecimientos.

No más producciones superficiales que banalicen nuestro dolor. Pero si a las producciones que traten de contar historias humanas sobre nuestra violencia y que se apropien de los tropos que el cine nos ha heredado. No estamos lejos. Hay una voz y una corriente en nuestro cine independiente que lo está logrando. Si no la han descubierto o no son conscientes de ella, les recomiendo revisar La Sirga o El Vuelco del Cangrejo. Dos ejemplos claros de cómo aproximarse a la violencia, sin negarla, sin caricaturizarla y de todas formas siendo protagonista de nuestra cultura.

Standard
Den Danske Film, Nicolas Winding Refn, World

Drive

En el pasado festival de Cannes, súper comentado por el gran duelo entre Terrence Malick y Lars Von Trier -además de la aparatosa e impertinente salida en público del danés-, se nombró a Nicolas Winding Refn como mejor director por esta peli, Drive. Aguantamos mucho a ver si la traían a salas pero como siempre se demoraron una eternidad hasta que me tocó verla hace un par de semanas en Cuevana. Siempre es el mismo temita con los distribuidores pues lo mismo sucedió con Melancholia y The Tree of Life que no tiene ningún sentido en absoluto a sabiendas que han tenido muy buenas taquillas y han tenido muy buena recepción de la crítica. Drive, por lo menos, tocará repetírsela en salas porque la empezaron anunciar en vista de su nombramiento en los Oscar y vale mucho la pena.

Es la historia de amor de un acróbata de Hollywood, especializado en conducción de automóviles para el doblaje en pelis de acción, quien se enamora perdidamente de su vecina. El acróbata es interpretado, por el chico de moda, Ryan Gosling y la vecina por la bellísima Carey Mulligan. La historia parece sencilla, un poco densa y contemplativa al principio pero la excelente música compuesta por Cliff Martinez mantiene una falsa calma y un estado de tensión impresionante donde el espectador queda presto a un giro dramático que le vienen anunciado con anterioridad. Este factor y las destacadísimas actuaciones de Albert Brooks, Ron Perlman y sir Bryan Cranston hacen que uno no se coma el cuento del novelón romantico expuesto frente a nuestros ojos. Gosling parece prever también dicho giro y con una sólida parsimonia frente a la cámara espera su momento para actuar -tanto así que incluso ni parpadea en uno de los tantos momentos excéntricos de la peli que empiezan a chocarnos como espectadores de a poco en poco-. Aparece en pantalla Oscar Isaac para terminar de atirantar la angustia y Christina Hendricks que desata el vertiginoso desenlace de la historia, casi como un carro dirigiéndose a un muro de contensión.

Winding Refn que ya habíamos visto escribiendo-dirigiendo Valhalla Rising y Bronson tiene un sentido extraño para la realización. Su estilo es ecléctico y no define claramente una dirección o una intención en sus pelis, entonces podríamos enfrentarnos a un drama épico mitológico o un docudrama introspectivo con un profundo olfato independiente y con una excelente dirección de su reparto. Trabajando para él, Mads Mikkelsen y Tom Hardy se ganaron un puesto en el corazón de la crítica cinematográfica mundial por sus impecables interpretaciones. Hardy por su descaro y su estrafalaria conducta como un reo difícil de manipular y Mikkelsen como el calmado guerrero que se dirige a su muerte indefectible. Esta vez Ryan Gosling se deja llevar por los hilos de Winding Refn para desarrollar un introvertido rol, de sangre fría y muy calculador. Un papel que si lo pensamos bien refresca lo que venía haciendo para Hollywwod con Crazy, Stupid, Love, Blue Valentine, Half Nelson o Lars and the Real Girl donde interpreta jóvenes enamoradisos y de alguna forma vulnerables. Al lado de Mulligan generan una química muy agradable y por eso cuando se plantea el peligro para la pareja se agrega otro nivel de zozobra para el espectador.

Una gran peli, con una gran fotografía, una excelente partitura, un reparto de un desempeño impresionante y un director que juega con las emociones del espectador a su gran antojo. Repito, ya que la traen a salas si no la han visto es una cita inaplazable y si ya la vieron vale la pena repetir la experiencia en la solemnidad de la proyección.

Standard
Action, Adventure, Auteur, Den Danske Film, Drama, Epic, Epochal, Exploitation, Fantasia, Folk, Indie, Miguel Vaca, Movie, Nicolas Winding Refn, Storytelling, Vacacion, War, World

Valhalla Rising

Así como por mucho tiempo busqué Bronson del danés Nicolas Winding Refn porque tenía unas muy buenas críticas sobre la actuación de Tom Hardy, así mismo estuve intrigado por mucho tiempo por Valhalla Rising, una peli que tuvo una excelente recepción y que contrastó las actuaciones de Mads Mikkelsen en Flammen & Citronen, la desafortunada Clash of the Titans y nuestra querida Casino Royale. Un actor que encierra un aura enigmática y a la vez siniestra que Winding Refn explota a la perfección en este thriller épico.

Tres pilares se forjan con precisión para que esta pieza sea sobresaliente: El primero a mi parecer es el montaje, lleno de fundidos, cortes fuertes a imágenes posproducidas con un rojo inquietante y, en general, un ritmo tensionante responsabilidad de Matthew Newman un elemento clave en el equipo del realizador; el segundo es la fotografía que es densa, contrastada y saturada exquisitamente, el duelo entre el rojo y el azul se hace evidente en su trabajo y de nuevo una tensión casi maniquea en este divertimmiento creado por Morten Søborg; el tercer pilar mi favorito, la música compuesta por Peter Kyed y Peter Peter que igualmente en el enfrentamiento de dualidades nos presentan por un lado una especie de opereta rockera y por el otro una ambientación orquestada con coros aterradores, un elemento acentuador de los momentos críticos o de los momentos más desconcertantes.

Imagino, me pasó en un instante de la peli, que es normal que uno se pregunté qué carajos quiere decir el director aquí y llegué a pensar que era un acto pretencioso de mostrarse intelectual con planos sofisticados y un ritmo lento en la historia. Mikkelsen es una especie de esclavo vikingo que es expuesto a peleas a muerte por tierras de latifundistas en juego. Tiene una terrible fama y es normal ceder, entre ellos, esta preciada pieza regularmente, sin embargo en un descuido se libera y emprende una travesía con un niño y unos cruzados hacia la fama y la fortuna de Las Cruzadas. Su destino está echado y al parecer este esclavo es consciente de ello cuando son abrazados por una misteriosa niebla que los dirige hacia una nueva tierra, su Nueva Jerusalem.

Me pareció una peli bastante compleja de decifrar tuve que averiguar primero que es Valhalla y encontré que viene de la mitología noruega como Valhöll “Valle de los asesinados”. Un lugar majestuoso creado por Odín donde estos seres son conducidos por las Valquirias o las Freyas hacia sus destinos finales. Me encantó ese regusto, ese deje de la peli en esta última afirmación, un sentido basado únicamente en el folclor que de otra manera la hace una peli promedio y presumida.

Standard
Action, Den Danske Film, Drama, Exploitation, Film Noir, Folk, Hollywood, Indie, Miguel Vaca, Nicolas Winding Refn, Romance, Serie B, Suspense, Thriller, Trailer, Vacacion, World

Drive

Lo dicho septiembre va a ser un gran mes de cine. No sólo es posible que nos traigan This Must Be the Place de Sorrentino y Contagion de Soderbergh, ahora existe otro rumor donde nos pueden traer Drive de Nicolas Winding Refn. Winding Refn es el director de Bronson y Valhalla Rising pelis bien interesantes de cierto corte comercial.

Esta peli se hace importante porque su director ganó mejor director y fue nominado a la Palma de Oro en Cannes. La historia está basada en la novela del mismo nombre y es un thriller de suspenso, de pronto muy cercano a The Transporter, pero sin tanta acción y más tirado a la tensión y el drama, donde Ryan Gosling interpreta a un doble de Hollywood que tiene un segundo trabajo de noche en el que aprovecha sus habilidades para hacer cosas obviamente no muy correctas.

Ryan Gosling (Driver)
Bryan Cranston (Shannon)
Carey Mulligan (Irene)
Christina Hendricks (Blanche)
Ron Perlman (Nino)

Standard
Action, Auteur, Biopic, Brit, Den Danske Film, Drama, Folk, Indie, Miguel Vaca, Movie, Nicolas Winding Refn, Storytelling, Thriller, Vacacion, World

Bronson

¿Se acuerdan de Nicolas Winding Refn? Recientemente acaba de ganar mejor director por Driven en Cannes. El escritor director danés además ha hecho varias pelis que le han dado un puesto de reconocimiento en el mundo del cine, como por ejemplo Valhalla Rising (que si no estoy mal la trajeron a cartelera), Pusher, Bleeder y Bronson. Esta última le confirió una nominación en Sundance por mejor drama del mundo y en Sydney ganó mejor película en la competición oficial.

Estuve buscando mucho tiempo esta peli de 2008, no por su director o su tema, sino por la actuación de Tom Hardy (RocknRolla, Inception) y nunca aparecía en las fuentes que tengo a mi alcance, hasta que me topé con la más interesante de todas. Bronson fue mi primera experiencia con Netflix y fue realmente emocionante. Un portal con muchas, muchísimas pelis al alcance de un clic o la espera de un DVD que llega físicamente por correo por una realmente módica suma mensual que contempla, alcance a todas las pelis en Instant View o si no se encuentra en esa lista en un estado Queue que permite esperar por ella un par de días.

Bronson es una biopic de Michael Peterson, un prisionero británico que ganó su fama por ser «el prisionero más peligroso del Reino Unido», título que fue aportado por la prensa británica no sólo por el hecho de ser un prisionero problema sino además porque su conducta lo mantenía confinado en establecimientos carcelarios demasiado costosos y La Corona tomó la decisión de acondonarle su pena; sin embargo fue capturado de nuevo. La peli es divertida, no tiene demasiada trascendencia pero la actuación de Hardy definitivamente es muy buena y le valió nominación en Londres por su desempeño. Comparada con Hunger que si es una verdadera crítica al sistema carcelario británico, Bronson es una farsa, muy coqueta y que tiene unas tomas muy bien logradas y unos juegos de luz en su fotografía muy interesantes todo responsabilidad de Larry Smith, veterano director de fotografía que incluso trabajó con Kubrick en Eyes Wide Shut.

El realizador Nicolas Winding Refn igual no decepciona en lo absoluto y nos deja muy pendientes después de esta peli y Valhalla Rising con su nuevo trabajo Drive que ojalá traigan a cartelera.

Standard