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Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn

Yo se… Muchos deben estar pensando ¿Y dónde está la entrada de Los Oscar? Les digo, sinceramente, me estoy tomando un tiempo antes de escribir cualquier cosa que me llegue/llegó a la cabeza esa noche. No es que vaya a cambiar el mundo con una publicación más refinada pero sí quiero una más decantada. En cambio, les traigo la última peli de DC Comics en el DCEU: Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn de Cathy Yan, una interesante realizadora sinaestadinense que ha sido recuperada del circuito independiente, muy autosuficiente produciendo sus pocos trabajos que de un momento al otro hizo retumbar Hollywood con su versión y megaproducción de Harley Quinn.

Después de la pataleta de Jared Leto, cada vez más pienso que su desempeño y (merecida) estatuilla en Dallas Buyers Club es más producto de las casualidades o un accidente en Hollywood en el momento exacto en el que estuvo este descoordinado, petulante y engreído personaje. Para los que no lo saben, después del desastre que fue Suicide Squad, tanto la crítica como las taquillas, enterraron su futuro como el Joker; un papel que estaría anhelando mucho después de lo que significaría ser la continuación del trabajo de Heath Ledger como el “Príncipe del Crimen“; Warner se atemorizó retiró los planes para sacar una saga/producción autónoma con ese «Joker». El peo fue que no le tembló la mano cuando se acercó Martin Scorsese a producir justamente esa peli, con un perfil de audiencia adulta y por fuera del DCEU (DC Comics Extended Universe) y Leto hizo hasta lo imposible para sabotearla. En serio una niñada de un ser realmente muy inmaduro.

Pero si algo nos enseña esta Birds of Prey es que debemos pasar la hoja con Jared Leto. Esta no es una peli de machos dominantes sino de chicas autosuficientes. Erráticas, calificadas, competentes, diestras, sensibles pero inteligentes. Ninguna es la Mujer Maravilla y eso está bien. Pero son independientes. Y eso la hace una peli poderosa.

Me encantó como a través del relato del narrador, se arma un «cartoon» y se explica el pasado de Harleen Quinzel. Me encantó que la hayan vuelto una «roller derby» y su superficialidad transformada en una inocencia patológica. Para los afortunados que no vieron el Suicide Squad es más que suficiente y se pueden sentar a disfrutar de esta pieza, que sin demeritar o descalificarla, es una peli bonita. No es una producción que quiera retar el mundo de las pelis de comix, al contrario, es explotación pura bajo la lupa de una mujer. Bravo. Y la disfruté muy bien en una sala de cine.

Ahora bien, dejando de lado las emociones -es mi primera peli como hombre casado al lado de mi esposa-, hay que hacer muchas indulgencias para poder sobrevivirla. Tal cual como le pasaba a Marvel en sus fases uno y dos, la continuidad y coexistencia del resto de personajes queda reducido a una bomba de humo –Marvel se tomó un tiempo en entender y empezó a desarrollar piezas autónomas pero compartidas con personajes de respaldo para que no parecieran un verdadero hoyo en el universo-; digamos que la problemática interna de no saber quién va a interpretar a Batman o Superman hace muy complicado el tema de las apariciones especiales de otros superhéroes pero definitivamente limitarse a nombrar a uno en dos líneas es demasiado insuficiente, o sea, ¿Dónde está Aquaman? ¿Dónde está Wonder Woman? Por lo menos sabemos que Jason Momoa y Gal Gadot siguen dentro de la franquicia. Si tratamos de seguirnos permitiendo ver la peli sin caer en este tipo de nudos narrativos, Birds of Prey exagera con las retrospectivas, con los chistes basados en la repetición y con una serie de figuras que hacen la totalidad de la pieza cojear, no en ritmo, no en cadencia, literalmente desmoronarse.

Es loable la fuerza que tuvo Margot Robbie para echarse en sus hombros todo el peso de la historia y el resto de las aves hace una trama bien divertida. Vibrante, pícara y con una gran mayoría de tomas diurnas incluso uno puede hacer una última condescendencia y pensar que Batman en Gótica realmente no trabaja de día, ¿No?

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