Action, Cathy Yan, Comedy, Comic, Exploitation, Gangster, Hollywood, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Serie B, Spaghetti Western, Storytelling, Thriller, Vacacion, World

Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn

Yo se… Muchos deben estar pensando ¿Y dónde está la entrada de Los Oscar? Les digo, sinceramente, me estoy tomando un tiempo antes de escribir cualquier cosa que me llegue/llegó a la cabeza esa noche. No es que vaya a cambiar el mundo con una publicación más refinada pero sí quiero una más decantada. En cambio, les traigo la última peli de DC Comics en el DCEU: Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn de Cathy Yan, una interesante realizadora sinaestadinense que ha sido recuperada del circuito independiente, muy autosuficiente produciendo sus pocos trabajos que de un momento al otro hizo retumbar Hollywood con su versión y megaproducción de Harley Quinn.

Después de la pataleta de Jared Leto, cada vez más pienso que su desempeño y (merecida) estatuilla en Dallas Buyers Club es más producto de las casualidades o un accidente en Hollywood en el momento exacto en el que estuvo este descoordinado, petulante y engreído personaje. Para los que no lo saben, después del desastre que fue Suicide Squad, tanto la crítica como las taquillas, enterraron su futuro como el Joker; un papel que estaría anhelando mucho después de lo que significaría ser la continuación del trabajo de Heath Ledger como el “Príncipe del Crimen“; Warner se atemorizó retiró los planes para sacar una saga/producción autónoma con ese «Joker». El peo fue que no le tembló la mano cuando se acercó Martin Scorsese a producir justamente esa peli, con un perfil de audiencia adulta y por fuera del DCEU (DC Comics Extended Universe) y Leto hizo hasta lo imposible para sabotearla. En serio una niñada de un ser realmente muy inmaduro.

Pero si algo nos enseña esta Birds of Prey es que debemos pasar la hoja con Jared Leto. Esta no es una peli de machos dominantes sino de chicas autosuficientes. Erráticas, calificadas, competentes, diestras, sensibles pero inteligentes. Ninguna es la Mujer Maravilla y eso está bien. Pero son independientes. Y eso la hace una peli poderosa.

Me encantó como a través del relato del narrador, se arma un «cartoon» y se explica el pasado de Harleen Quinzel. Me encantó que la hayan vuelto una «roller derby» y su superficialidad transformada en una inocencia patológica. Para los afortunados que no vieron el Suicide Squad es más que suficiente y se pueden sentar a disfrutar de esta pieza, que sin demeritar o descalificarla, es una peli bonita. No es una producción que quiera retar el mundo de las pelis de comix, al contrario, es explotación pura bajo la lupa de una mujer. Bravo. Y la disfruté muy bien en una sala de cine.

Ahora bien, dejando de lado las emociones -es mi primera peli como hombre casado al lado de mi esposa-, hay que hacer muchas indulgencias para poder sobrevivirla. Tal cual como le pasaba a Marvel en sus fases uno y dos, la continuidad y coexistencia del resto de personajes queda reducido a una bomba de humo –Marvel se tomó un tiempo en entender y empezó a desarrollar piezas autónomas pero compartidas con personajes de respaldo para que no parecieran un verdadero hoyo en el universo-; digamos que la problemática interna de no saber quién va a interpretar a Batman o Superman hace muy complicado el tema de las apariciones especiales de otros superhéroes pero definitivamente limitarse a nombrar a uno en dos líneas es demasiado insuficiente, o sea, ¿Dónde está Aquaman? ¿Dónde está Wonder Woman? Por lo menos sabemos que Jason Momoa y Gal Gadot siguen dentro de la franquicia. Si tratamos de seguirnos permitiendo ver la peli sin caer en este tipo de nudos narrativos, Birds of Prey exagera con las retrospectivas, con los chistes basados en la repetición y con una serie de figuras que hacen la totalidad de la pieza cojear, no en ritmo, no en cadencia, literalmente desmoronarse.

Es loable la fuerza que tuvo Margot Robbie para echarse en sus hombros todo el peso de la historia y el resto de las aves hace una trama bien divertida. Vibrante, pícara y con una gran mayoría de tomas diurnas incluso uno puede hacer una última condescendencia y pensar que Batman en Gótica realmente no trabaja de día, ¿No?

Standard
Biopic, Epochal, Exploitation, Folk, Hollywood, Internet, Jay Roach, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Politicae, Vacacion

Bombshell

Al igual que Adam McKay (Vice, The Big Short), me encanta que Jay Roach ha venido desarollando ese lado aún más oscuro en lo sarcástico de su comedia y que tiene algo más que decir sobre el estado político de Estados Unidos. En ambos directores, además, se elige una serie de actores tan espectaculares que su imitación de los personajes principales es tan absurdamente buena que terminan siendo aclamados por sus desempeños.

Por ejemplo, Lyndon B. Johnson en All the Way caracterizado por Bryan Cranston -casi tan fielmente que nos preguntamos a veces si esas imágenes no eran de archivo-, Sarah Palin y John McCain en Game Change caracterizados por Julianne Moore y Ed Harris, respectivamente -e igual, fueron tan impresionantes las personificaciones que hasta se hicieron muy controvertidas-, y tal vez la excepción con Jay Roach y sus personajes fue Recount con todo el fenómeno de reconteo en las elecciones presidenciales para el periodo 2000-2004 donde se hizo más desarrollo de personajes por parte de los actores que una personificación per sé de sus apariencias. Con McKay, en la misma dirección pero a otro precio, el realizador tenía un largo, largo, trayecto de dirección de piezas cómicas, series y largometrajes, me atrevo a decir que por el excelente e innovador trabajo de las pelis de Jay Roach entró en un campo donde la sátira es más interesante que el sarcasmo; así la personificación de todo el reparto de The Big Short fue impresionante pero al mismo «nivel Jay-Roach» Dick Cheney en Vice caracterizado por Christian Bale dió frutos en la velada de Los Oscar -el trabajo de Amy Adams como Lynne Cheney, Steve Carrell como Donald Rumsfield o incluso la apuesta de Sam Rockwell como George W. Bush fueron de una calidad elevadísima logrando el año pasado sólo para lo que estamos tratando tres nominaciones y un Oscar a mejor maquillaje, además de ser considerada para mejor peli, director, guión y montaje-.

Lo de este año con Bombshell de Jay Roach es atrevido. Una trama dentro de la caída más dura del ala conservadora de las noticias, en pleno ascenso de Donald Trump, cuando por conducta inapropiada y acoso sexual sistemático es acusado Roger Ailes, director ejecutivo de Fox News. Un trabajo alusinante que empieza con una presentadora de noticias; por sus rasgos y las líneas de diálogo entendemos que es Megyn Kelly pero quién diablos podría descifrar que es Charlize Theron (yo la verdad me demoré una media hora y seguía incrédulo casi hasta la mitad de la peli que salió en un ambiente más familiar, sin imágenes de archivo de contexto, con la defensa más baja y “sin maquillaje” -yo no si sea capaz de ganarle a Renée Zellweger, favorita este año como mejor actriz, pero aquí nadie puede negar su gran desempeño-). El resto de las personificaciones son igualmente impresionantes. Al lado de Theron, Nicole Kidman como Gretchen Carlson, el fabuloso John Lithgow como Roger Ailes y todos y cada uno de los personajes de Allison Janney, Malcom McDowell, Connie Britton que respaldaron con creces el trabajo de sus líderes de estudio.

Me causa inquietud que así me haya visto la mayoría de piezas de Roach y McKay no haya hecho del todo sus reseñas. Creo que no termina de convencerme el formato o el regusto o la intención así alabe su hazaña. Bombshell no es diferente y a su vez deja mucho que desear. ¿Jay Roach es el informante positivista que la realidad de Estados Unidos necesita? ¿No es mejor un historiador capacitado para esta labor? Es decir, ¿No le hace más daño al hecho real que lo que se retrata sea realizado por un director argumentativo y no por un documentalista? ¿Hay algo más que rescatar que el escándalo y las buenas actuaciones? Sinceramente, entre mejor logra el retrato más se pierde el contexto y si no es por el trabajo ya resaltado de sus capitanes de actuación personalmente creo que la verdad sería mejor una serie documental en Netflix y ya. De esta forma sin lugar a dudas, caracterizaría esta pieza como de explotación y melodrama.

Sin embargo, esta trama tiene algo diferente que me logra sacar de este abismo de pesimismo por la pieza. Si uno libera de esta obra el trabajo de Theron, de Kidman y de Lithgow la esencia no es otra que Margot Robbie interpretando a Kayla Pospisil. Una chica inocente, ingenua, llena de ilusiones y ambiciosa como todas las chicas que llegaron a un punto donde el paso obligatorio era el segundo piso, la oficina de Ailes. Tal vez, este ligero ardid, esta pequeña figura literaria de Charles Randolph armando un personaje común, una heroína de mil caras -interpretada desde las entrañas por Robbie– no sólo convalida todas sus nominaciones sino que podría salvar este cartón que es Bombshell.

El siguiente trabajo de McKay es sobre Elizabeth Holmes de Theranos a quien conocemos por el excelente documental de Alex Gibney para HBO, The Inventor, y ya veo montada en ese potro a Jennifer Lawrence pero podría también estar cayendo en la misma red del retrato naturalista que al final sólo sirve para documentar el folklore de una época y no más.

Standard
Auteur, Epochal, Exploitation, Folk, Hollywood, Indie, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Quentin Tarantino, Serie B, Spaghetti Western, Storytelling, Thriller, Vacacion

Once Upon a Time… in Hollywood

Supongo que soy considerado un nerdo en cine pero no tengo idea quiénes son o en quiénes se basó Once Upon a Time… in Hollywood. Pienso en voz alta: Nada de qué apenarse. Simplemente no es mi época. Sharon Tate. Roman Polanski. Steve McQueen. Fácil; incluso Damian Lewis personificando a McQeen es una locura, un espejismo… Igualito! Pero aunque encuentro referencias de los dos personajes principales no se quiénes eran.

En fin.
9 de agosto de 1969.
La fecha es lapidaria y al igual que Santiago Nassar, Margot Robbie es acribillada en un relámpago juego de nuestra memoria.
Pero ¿Qué tal si le seguimos el juego a Tarantino con su “y qué tal si…“? En Basterdos achicharró a Hitler en un teatro -¿que no es acaso una referencia de los 14 Fists of MlCluskey?-. Aquí algo va suceder, sabemos que va a suceder y, sin embargo, es una gran sorpresa narrativa.

La Novena Peli de Tarantino -como es promocionada- es divertidísima. Súper elegante el papel de Brad Pitt y su relación silenciosa con Pussycat, la jipi (Margaret Qualley) me parece que está llena de asociaciones atrevidas y subidísimas de tono pero con una sutileza casi erótica; -vuelvo a pensar en voz alta: se está representando una época entre los 70’s y los 80’s, después de fanfarronear con ese Porshe, casi después de los créditos (Bullitt), Tarantino trata de suavizar el paso entre las «John-Wayne movies» y las «Clint-Eastwood movies», no ¿será posible que Pitt y esta loquita, siendo una historia paralela, estén representando los últimos alientos del cine mudo en plena California, con todas sus miradas y sus gestos?

Y bueno… Mi héroe. Mi ídolo de toda mi infancia: El señor Bruce Lee, con una imitación válida de Mike Moh pero en este juego de “y qué tal si…” de Tarantino es infantilizado por Brad Pitt. Gracioso. ¿Verdadero? En absoluto. Lo digo con la voz de ese niño de siete años que confía plenamente en que su héroe es implacable, invicto, invencible y que en un arranque de soberbia sea destrozado por otro actor en una pelea, es del mismo rango de Hitler achicharrado. Uno de otros chistes del director para decirnos que esta peli es una farsa, no la tomemos en serio y divirtámonos.

Siendo parte del portafolio, es rara. Es un «western» menos aplomado o mejor mucho más ligero que The Hateful Eight o Django Unchained, donde esta vez los héroes hacen su travesía por el desierto, van a un rumbo lejano donde van a ser separados por la fuerza del destino y las consecuencias de sus actos; no son contrincantes o duelistas, son sobrevivientes del Lejano Oeste. Y entonces aparece el Tarantino carambolero (o billar) a tres-bandas. Según la teoría de planos, compara a DiCaprio con lo diva de Sharon Tate en un sólo plano fundido. Genial porque parece un chiste interno entre los dos pero de alguna forma, hay una pequeña lección en la que Sharon supera a Rick y es que reconociendo su realidad, cada persona puede ser feliz en un pequeño usufructo, no hay que dominar el mundo ni ser el mejor-más-mejor. Es ridículo. Suena muy mal porque está mal dicho aunque podríamos afirmar que también está planteado desafortunadamente. Es sobreactuado y poco probable. Entonces porqué mejor no ser feliz y disfrutar ese pequeño mundo y punto.

Hay ciertos movimientos de cámara que (1) no se dieron sino gracias a D.W. “Mothafucka” Griffith y que obvio no se manejaban completamente en los «Westerns» y (2) son tan bravos que se necesitaba de una grúa de las que aparecieron apenas hace un par de lustros, imposibles para la época. Una serie de locuras cinematográficas que hacen de la historia, un repensamiento de los hechos, para un aprendizaje. No es sólo un capricho. De alguna forma siento que, esta a diferencia de Los Basterdos, es una autocrítica de Tarantino frente al cine, a Viet-nam, las divas, el negocio, la industria, no es una mera extravagancia. Es un «western» Pitt v. DiCaprio.

Standard
3D, Action, Actor, Adventure, Animation, Auteur, Awards, Biopic, Brit, Comic, Documentary, Drama, Emo, Epic, Epochal, Exploitation, Fantasia, Folk, French Cinema, Giorgos Lanthimos, Hollywood, Indie, Ελληνικό Κινηματογράφο, Melodrama, Miguel Vaca, Movie, Musical, Neues Deutsches Kino, Road Movie, Romance, Sci-Fi, Serie B, Short Film, Spaghetti Western, Stop Motion, Storytelling, Thriller, Vacacion, War, Western, World

Oscar, 91st Academy Awards

por Diego Taborda

por Diego Taborda

Un año más, una ceremonia más.
No obstante, este año no logré tener lista la entrada en la noche misma de los premios, ni siquiera un mes después, principalmente porque no me había visto ni el diez por ciento de las piezas concursantes este año -en un balance formal, James Sofía se había visto más pelis que yo en todo el año-; entonces con calma logré tener el reporte tres meses larguitos después pero más vale tarde que nunca.

Los premios de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood no tuvieron anfitrión y esa fue la novedad de la noche. Se suponía que Kevin Hart iba a presentarlos pero a mitad de la semana de su nombramiento, aparecieron unos trinos tardíos de hacía un par de años atrás con un tono homofóbico, trinos que a la postre pusieron entre la espada y la pared a La Academia e, imagino, le pidieron que renunciara como si fuera idea suya, de la manera más elegante posible para no hacer más ruido del necesario en estos tiempos de inclusión y #MeToo‘s. Entonces, al principio de la velada se subieron a la tarima Maya Rudolph, Tina Fey y Amy Poehler a salvar el barco. No fue ni lo más desastroso ni lo más audaz finalmente pero funcionó.

Este año hubo ocho nominadas a Best Motion Picture of the Year y la ganadora fue Green Book. La pelea estaba entre la Roma de Cuarón y esta extraña pieza de Peter Farrelly. Últimamente, La Academia se ha venido acostumbrando a congraciarse con dos piezas en las cuales se encuentran indecisos y casi que si una peli gana mejor director, se descalifica para su impulso final como mejor del año (o por lo menos así sucedió en 2016, 2017, con excepción en 2018 y vuelve a suceder este año).

Siempre digo que no necesariamente la que gana esta categoría es la mejor pero personalmente, al igual que el año pasado, otra vez estoy bastante de acuerdo. También afirmo que dentro de las nominadas está escondida realmente la mejor -el año pasado Three Billboards y Get Out, antes Fences, Arrival, Mad Max, Whiplash, Her, Nebraska, Beasts, Drive, Black Swan y así hasta llegar a District 9, que fue con la que empecé esa impresión; todas, o casi todas finalmente involucradas en las categorías de mejor guión-, este año mi favorita es The Favourite aunque Cold War y Isle of Dogs son igualmente fantásticas y hermosas.

  • BlacKkKlansman
  • Bohemian Rhapsody
  • Roma
  • A Star Is Born
  • Black Panther
  • Vice
  • The Favourite

Best Performance by an Actor in a Leading Role para Rami Malek por Bohemian Rhapsody. Sufrí mucho esta categoría. Sin quitarle merecimientos a Malek, que logró desarrollar un personaje complicado tanto por la producción como por lo que significaba popularmente, mis esperanzas estaban puestas en Viggo Mortensen, un mostro que está siendo castigado por La Academia o por el azar; pero por una o por la otra, el de sangre gaucha y fanático del Ciclón aún no ha sido merecedor de su estatuilla siendo ya varias nominaciones al hilo. Bradley Cooper lo hace sorpresivamente muy bien con la carga de haber estado atrás en cámaras y empezando el proyecto desde el guión; Christian Bale vuelve a transformarse salvajemente en otra pieza interesante de Adam McKay; y el ramillete lo cierra una excelente actuación de Willem Dafoe en una tristísima y, personalmente, mediocre pieza del niño-no-tan-prodigio Julian Schnabel.

  • Viggo Mortensen por Green Book
  • Bradley Cooper por A Star Is Born
  • Christian Bale por Vice
  • Willem Dafoe por At Eternity’s Gate

Best Performance by an Actress in a Leading Role para Olivia Colman por The Favourite. Debo reconocer que no soy un ferviente admirador de la británica, la he visto aparecer aquí y allá pero realmente me dejó sin aliento en Tyrannosaur donde recuerdo pensar que gran actriz y reconocer que así sea drama o comedia, un papel de tres líneas o protagonista, siempre con ella hay garantía de un gran desempeño. Al lado de Colman, codo-a-codo peleaba Lady Gaga con no más que un gran empuje popular esperando ser la gran sorpresa de la noche pero sobresaliendo apenas con su bello rostro en pantalla, su maquillaje súper sobrio y demostrando que es también actriz, no sólo del escenario; Yalitza Aparicio es más una anécdota y producto de este evento, su desempeño es tan bueno, sorprendente y conmovedor como el de cualquier actor natural, me encanta, pero no me termina de convencer que si no es por la plataforma de un director laureado de pronto su rol habría pasado desapercibido completamente, habrá que ver si se anima a seguir en esta carrera y, si lo hace, cuáles son sus decisiones y cuáles sus desempeños; Glenn Close es absolutamente increíble en este thriller de suspenso, dueña y señora de los diálogos se apropia a pulso de la pantalla y logra someter a nada más y nada menos que Jonathan Pryce en su duelo;
la quinta alternativa fue Melissa McCarthy en tal vez el único papel serio que recuerde de ella, serio no porque no pueda tener un desempeño de seriedad sino que sus espectros se dan en comedias y no son valorados en este tipo de premios, una aventura que sin duda seguirá explorando de seguir atreviéndose a trabajar en paralelo el drama con la comedia de su cónyuge Ben Falcone.

Esta categoría, al igual que la de actriz de reparto, supongo fueron las de mayor impulso por La Academia en la noche; querían revalidar la posición de la mujer con un conjunto sólido, fuerte y heterogéneo. Repito, no se si había cabida para Aparicio o si más bien por ponerla quitaron espacio para alguien más por ejemplo Joanna Kulig la chica polaca de Cold War, Saoirse Ronan o la misma Margot Robbie con desempeños ejemplares en Mary Queen of Scots y completamente desaireadas, en un acto grosero por parte de Hollywood. Pero, y lo más grave, en años atrás la competencia era feroz, ¿acaso este año no había absolutamente nadie más? ¿O La Academia quiso que no pusiéramos los ojos más allá? ¿Qué tal Nicole Kidman en Destroyer, Sissy Spacek en The Old Man & The Gun o Paula Beer y Saskia Rosendahl en Werk ohne Autor? O ¿Eva Melander en Gräns? ¿Y Meryl Streep? ¿Mary Poppins Returns, Mamma Mia, Here We Go Again??? El año que más lo necesitó Hollywood parece que por lo menos ella si hubiese bajado la guardia un poco.

  • Lady Gaga por A Star Is Born
  • Yalitza Aparicio por Roma
  • Glenn Close por The Wife
  • Melissa McCarthy por Can You Ever Forgive Me?

Best Performance by an Actor in a Supporting Role para Mahershala Ali por Green Book. Para mí era absolutamente necesario que el actor demostrara en una gran pieza lo que no pudo demostrar el año antepasado con Moonlight, gran desenvolvimiento, apropiación del personaje y un desarrollo calmo y delicado hasta el final de la pieza (aunque hubiera tranquilamente haberse nominado a mejor actor principal, Viggo de reparto con estatuilla y todos felices, ¿no?). Con las opciones, esta categoría se decidía en dos alternativas, el anteriormente nombrado Ali y Richard E. Grant con un trabajo completo y un personaje rico en facetas, explotado al máximo por el británico; el resto son relleno de esta categoría, el querido Sam Rockwell muy con la inercia del año pasado, Adam Driver un papel promedio con algo de dirección pero no mucho desarrollo y Sam Elliott, de los tres, con un poco más de chispas de genialidad pero que se consumen rápidamente en la oscuridad.

  • Richard E. Grant por Melissa McCarthy por Can You Ever Forgive Me?
  • Sam Rockwell por Vice
  • Adam Driver por BlacKkKlansman
  • Sam Elliott por A Star Is Born

Best Performance by an Actress in a Supporting Role para Regina King por If Beale Street Could Talk. No hay queja alguna para el reconocimiento de esta actriz; eso sí, nunca me hubiera imaginado que la esposa de Will Smith en Enemy of the State de Tony Scott iba algún día a ser nominada y menos ganadora de la preciada estatuilla de Hollywood; su actuación como la corista de Ray de Taylor Hackford dejó huella pero coincido completamente que este era su año y que este era su papel; una madre dulce, con pruebas complejas en su proyecto de vida pero con una fortaleza establecida por el amor de sus hijas sin límite. Muy bien por la actriz. La categoría tiene ferocidad en su duelo realmente con las chicas de The Favourite que son geniales en su complemento a la Colman; tanto Emma Stone como Rachel Weisz presentaron un desempeño formidable en la pieza de Lanthimos, los personajes eran fuera de serie, sí, pero este par de chicas nos llevaron del jolgorio a la humillación, de la sevicia al drama y de la insensatez a lo inesperado; Amy Adams al igual que Rockwell en Vice, no desentona pero no parece merecedora de algún tipo extraordinario de reconocimiento; Marina de Tavira me parece que tiene un reto más interesante que Aparicio y sin embargo modesto; repito, King gran merecedora del premio y dentro de su competición hubiera sido más divertido las dos favoritas y las dos reinas de Mary Queen of Scots.

Best Achievement in Directing para Alfonso Cuarón por Roma. Aquí es cuando empiezo a tener problemas con las elecciones; por un lado, la fuerza mexicana se merece tener el reconocimiento de una industria que ya es suya. México hace rato dejó de ser una minoría latina más en Hollywood, desde hace mucho tiempo pelea de tú-a-tú en su tierra, en Norteamérica, la calidad es innegable y la producción una locura. Tengo los mismos problemas de El Quinto Elemento o El Paciente Inglés, son tan hermosas que me repelen. Spike Lee estaba contento con su estatuilla por guión y no le hubiera importado ceder esta categoría también (afirma que hubo equivocación del empire en dirección y mejor producción del año porque no ganó en ninguna de las dos); me parece que si La Academia hubiese descartado lo obvio (Lee y Cuarón) se hubiera metido en un lío grandísimo tratando de descifrar cuál era mejor entre la contestaria labor de Adam McKay, la romántica y excelsa visión de Pawel Pawlikowski y la pintoresca pero genial realización de Yorgos Lanthimos. Serio, retador, contundente, consistente, rico, no me canso de decir que el griego no me ha dejado atrás traicionado en ninguna de sus obras; dudé de si volcándose hacia el habla inglesa su picardía iba a desaparecer en nuestro parroquialismo y afortunadamente no fue así.

  • Spike Lee por BlacKkKlansman
  • Adam McKay por Vice
  • Pawel Pawlikowski por Zimna wojna
  • Yorgos Lanthimos por The Favourite

  • Best Writing, Screenplay Written Directly for the Screen para Green Book. Creo que Nick Vallelonga, Brian Hayes Currie y Peter Farrelly hacen un gran y merecido trabajo. No tengo nada que agregar a felicitaciones por esta gran peli y esta gran historia. ¿Era suficiente para ganar esta categoría? A Roma y First Reformed definitivamente. Hubiera preferido ver a John Ajvide Lindqvist por Gräns y a Roman Coppola, Jason Schwartzman, Kunichi Nomura en mi reconciliación con Wes Anderson con Isle of Dogs. No obstante la pelea hubiera sido dura entre Adam McKay con su pieza incendiaria, inteligente, muy bien escrita y Deborah Davis y Tony McNamara por The Favourite, primera pieza en la que Lanthimos no está en ese equipo de escritura y, sin embargo, logró encontrar una historia ridículamente particular a cualquiera de su ingenio.

    Best Writing, Screenplay Based on Material Previously Produced or Published para Charlie Wachtel, David Rabinowitz, Kevin Willmott y Spike Lee por BlacKkKlansman basado en la novela de Ron Stallworth. Un Spike Lee volviendo a las raíces de Do The Right Thing con un final que nos deja atónitos por la referencia a nuestra contemporaneidad y propia estupidez. No es la mejor pieza del maestro pero vale oro su estatuilla por todo el peso de su labor sin reconocimiento alguno. En esta categoría simplemente voy a nombrar el descache magnánimo de Los Hermanos Coen y su mustia, aunque también, tristísima y patética The Ballad of Buster Scruggs.

    • Eric Roth, Bradley Cooper y Will Fetters por A Star Is Born
    • Nicole Holofcener y Jeff Whitty por Can You Ever Forgive Me?
    • Barry Jenkins por If Beale Street Could Talk
    • Joel Coen y Ethan Coen por The Ballad of Buster Scruggs

    Best Achievement in Cinematography para Alfonso Cuarón por Roma. No sé si era la mejor para recibir esta estatuilla pero por lo menos si es súper merecida. La pieza, en general, no es de mi agrado; casi se volvió una pesadilla de cuatro o cinco intentos porque no es fácil de engancharse hasta que por fin la terminé de ver en Netflix y ahora cuando la veo referida en todas las categorías tengo una perspectiva aún más viciada pero puedo reconocer que a nivel de producción es impecable. También en blanco y negro, Lukasz Zal en Cold War nos muestra evolución de la Madre Patria Polonesa con una gran sensibilidad en el cuadro y su composición, rescata la belleza de lo crudo y lo rústico desde cuando el personaje de Joanna Kulig apenas era una chica campesina polaca hasta lo bohemio y refinado al convertirse en una gran «vedette» a completa usanza del término francés; una de las grandes injusticias de esta versión de Los Premios es la poca trascendencia que le imprimieron a Werk ohne Autor de Florian Henckel von Donnersmarck, un director fascinante que nos lleva del delirio de Das Leben der Anderen al completo aburrimiento con The Tourist pero que vuelve a una intrigante trama con la descripción del pensamiento artístico en la Posguerra Alemana, tanto de la Primera como de la Segunda Guerra Mundial; esta vez el alemán, recala en una nominación por la excelente fotografía de Caleb Deschanel y mejor peli extranjera pero son así de interesantes su música, su montaje, su dirección, el desempeño de su actor fetiche Sebastian Koch, en fin; Robbie Ryan aporta una nueva nominación para The Favourite, con un interesante juego de planos; Ryan entiende la dialéctica del director y de los guionistas y su picardía, sin ser algo extravagante (tipo encuadre de comix), llega a aportar sutileza, elegancia, lúdica para complementar la trama; finalmente, si hay algo hermoso y cuidado en A Star Is Born es la visión de Matthew Libatique para mostrar la belleza de Lady Gaga en cada toma y en cada expresión, esa es su función a lo largo de la pieza y lo logra a cabalidad.

    • Lukasz Zal por Cold War
    • Caleb Deschanel por Werk ohne Autor
    • Robbie Ryan por The Favourite
    • Matthew Libatique por A Star Is Born

    Best Achievement in Editing para John Ottman por Bohemian Rhapsody. No hay mucho que decir. Un gran montaje para una pieza entretenida y conmovedora; tal vez su único oponente haya sido Hank Corwin con el juego de tiempos de Vice pero ambas logran mantener la estructura; mentiras, he dicho mentiras, Barry Alexander Brown también hace un excelente trabajo en BlacKkKlansman, no es la mejor pieza del maestro, pero seguramente apoyado en un excelente guión técnico de Spike Lee, el dinamismo y la narrativa son muy buenas en esta pieza; Patrick J. Don Vito es el más clásico de los cinco en Green Book, se apoya en una buena cinematografía y destaca el desempeño de Mortensen; Yorgos Mavropsaridis extiende el juego, aporta oooootra nominación y permite sellar con broche de oro el montaje de The Favourite; aquí es cuando yo siempre empiezo a preguntarme, si La Academia reconoce la labor excelsa de una producción, no sólo en lo técnico (mejor montaje, mejor dirección de arte, mejor vestuario, mejor cinematografía) sino también las top5 (mejor actriz principal, mejores actrices de reparto, mejor guión), cuando alcanza la nominación a mejor director y mejor peli del año, ¿Cómo no se las lleva también? La respuesta para este año es que supuestamente las otras candidatas eran mejores pero viendo el resumen de la noche, unas definitivamente no estaban a la altura de la pieza de Lanthimos y las otras ganaron por un pelo de rana calva.

    • Barry Alexander Brown por BlacKkKlansman
    • Patrick J. Don Vito por Green Book
    • Hank Corwin por Vice
    • Yorgos Mavropsaridis por The Favourite

    Best Achievement in Production Design para Hannah Beachler y Jay Hart por el diseño de producción y la decoración del plató (respectivamente) en Black Panther. Es muy difícil ganarle a una megaproducción de Hollywood en esta categoría -es decir, fijo el próximo año va a estar nominada y será ganadora justificada Avengers: Endgame-. No hago comentarios sobre Mary Poppins Returns pues no la ví aún, pero hubo grandes competencias en la categoría con Nathan Crowley y Kathy Lucas en First Man, Fiona Crombie y Alice Felton por The Favourite e incluso Eugenio Caballero y Barbara Enriquez con Roma.

    • John Myhre y Gordon Sim por Mary Poppins Returns
    • Nathan Crowley y Kathy Lucas por First Man
    • Fiona Crombie y Alice Felton por The Favourite
    • Eugenio Caballero y Barbara Enriquez por Roma

    Best Achievement in Costume Design para Ruth E. Carter por Black Panther. Impresionante trabajo. Generalmente, esta categoría se da en piezas de época (como sus pares en la categoría) pero aquí la distancia es muy grande y desproporcionada; la producción se nota en el diseño de cada extra, de cada vestido principal y logran armonizar una muchedumbre orgánica así como un vestuario sobrio pero impactante para cada uno de sus personajes principales.

    • Sandy Powell por Mary Poppins Returns
    • Alexandra Byrne por Mary Queen of Scots
    • Mary Zophres por The Ballad of Buster Scruggs
    • Sandy Powell por The Favourite

    Best Achievement in Makeup and Hairstyling para Greg Cannom, Kate Biscoe y Patricia Dehaney por Vice. Este año en el ejercicio concienzudo de tomar cada una de las categorías y cada una de las nominadas (sólo me hizo falta Mary Poppins Returns) me topé con gratas sorpresas. La mayor de todas fue Björn Runge por The Wife pero digamos que estaba Glenn Close y Jonathan Pryce, había una alta probabilidad de que la viera. No obstante, si no hubiese sido por esta categoría no hubiera visto el gran trabajo de Ali Abbasi en Gräns. Decir algo es tirarse la peli, el maquillaje es impresionante pero es igualmente sutil; si no la han visto, les aseguro que el maquillaje es lo menos que recordarán y que la historia quedará dando vueltas en sus cabezas. Muy buena.

    • Jenny Shircore, Marc Pilcher y Jessica Brooks por Mary Queen of Scots
    • Göran Lundström y Pamela Goldammer por Gräns

    Best Foreign Language Film of the Year para Roma de Alfonso Cuarón (México). Ahora, he aquí, para mí, el robo de la noche. (1) El español no es una lengua extranjera en Estados Unidos o, mejor incluso, México hace parte ya de los países de Norteamérica, ¿por qué entonces empecinarse en seguir postulando pelis mexicanas en esta categoría? Esto aplica completamente también para las pelis canadienses así sean habladas en francés (2) ¿Es la mejor historia? Roma se enfrasca en los desenvolvimientos de las calamidades provistas a “Cleo” pero no se ve claramente un mensaje más allá de la pornomiseria. Sin duda la forma de enfocar una historia en la pobreza no tiene que ver sólo con esa ansiedad por mostrar desventura, desgracia, necesidad, penuria, falta de piedad; Capharnaüm ciertamente va al fondo del infierno y vuelve; Manbiki kazoku, la japonesa, tal vez, tenga esos «finales franceses» detestables, abiertos y sin sentido que más que albergar una posibilidad en el espectador de un desenlace alterno o despejado para otras variables, por el contrario, la sensación es de inconcluso, sin acabar y perezoso; sin embargo, esta pieza japonesa extrae de lo más esencial el sentido de familia, contrario a la sangre, la familia se crea alrededor de un valor clarísimo: el amparo, puede haber ropa, padre y madre, juguetes, y todos los caprichos materiales alrededor pero la sensación de pertenencia, a un techo o a un abrazo, sólo se logra con amor; Werk ohne Autor es diametralmente opuesta, curiosamente hay un rasgo familiar en la trama pero su enfoque es la exploración del sentido vital, qué nos hace ser lo que somos, qué podemos aportarle al mundo si estamos marginados, si estamos oprimidos, si no tenemos libertad de expresarnos, las respuestas están ahí, cerca, a la pasión, y seguirlas en la dirección que nos indican puede ser lo más revolucionario; entonces, cómo y porqué gana Roma es inexplicable.

    • Capharnaüm de Nadine Labaki (Líbano)
    • Manbiki kazoku de Hirokazu Koreeda (Japón)
    • Zimna wojna de Pawel Pawlikowski (Polonia)
    • Werk ohne Autor de Florian Henckel von Donnersmarck (Alemania)

    Best Animated Feature Film of the Year para Spider-Man: Into the Spider-Verse de Marvel y dirigida por Bob Persichetti y Peter Ramsey . Me encanta la vuelta de Wes Anderson con esas historias fantásticas, de heroísmo naïf y de tribulaciones acordes a la escala misma de la historia, esa sencillez tan drmaática que roba y quiebra el corazón con su ternura; me encanta la segunda versión de Los Increíbles con un protagonismo centrado en “Elastigirl” y donde el lado antagónico es una teoría de conspiración en contra de los queridos bienhechores; así mismo la segunda parte de Ralph me encantó y me quebró con esa relación padre-hija con “Vanellope“; toda esta categoría me encantó -aunque la japonesa me fue imposible verla o descargarla- pero sorpresivamente para mi gusto y mis posición, la de Marvel es imponentemente asombrosa.

    • Incredibles 2
    • Isle of Dogs
    • Mirai no Mirai
    • Ralph Breaks the Internet

    Best Documentary Feature para Free Solo dirigida por Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi; una peli aterradora si uno sufre de vértigo; impresionante la capacidad de Alex Honnold de trepar esas paredes sin ninguna ayuda o respaldo (de ahí el nombre “free solo” que es la característica de esta forma de escalar) y más aún escalar El Capitan que es un monstruo de casi un kilómetro de alto, ubicado en Yosemite. De esta categoría me vi también RBG, la historia de Ruth Bader Ginsburg dirigida por Betsy West y Julie Cohen que en mi opinión es mucho más interesante.

    • Hale County This Morning, This Evening de RaMell Ross
    • Kinder des Kalifats de Talal Derki
    • Minding the Gap de Bing Liu
    • RBG de Betsy West y Julie Cohen

    La velada, finalmente, sin tanto adorno y chiste no requerido fue sobria y directa. Algo que apreciamos como espectadores y que de lo cual no tengo memoria de haber experimentado antes.

    De todo lo visto, me quedo con Isle of Dogs (primera princesa), Gräns (virreina) y The Favourite (como absoluta ganadora).

    Standard
    Auteur, Biopic, Comedy, Drama, Epic, Epochal, Exploitation, Folk, Gangster, Hollywood, Martin Scorsese, Miguel Vaca, Movie, Storytelling, Vacacion

    The Wolf of Wall Street

    the wolf_of_wall_street

    Refrescando su propio género, ese en el que nos ha brindado tantos matices de Nueva York, de la mafia y sobre todo dando cátedra del cine, ese arte que tanto le debe a Martin Scorsese, nos llega a salas The Wolf of Wall Street.

    Jordan Belfort es un hombre sencillo, trabajador, honrado pero dispuesto a sacrificar todo en su carrera para lograr ser el rey de la calle más poderosa del mundo; esa donde se venden acciones, se negocian países y se definen economías; siendo un pasante, apenas en un momento de inspiración con su nuevo jefe (Matthew McConaughey), en un restaurante tomando fuertes dosis de Absolut Martini, le basta a Belfort para cambiar sus ideales y motivaciones; justo cuando comienza su trabajo -referido claramente como el lunes 19 de octubre de 1987, mejor conocido como el Black Monday-, la bolsa colapsa y pierde su contrato; decidido a tomar cualquier otro empleo llega accidentalmente a una firma de comisionistas de Long Island que vende ‘penny stocks’ (acciones de empresas en muy mal estado o muy jóvenes) que a diferencia de las regalías de Wall Street ofrecen por cada transacción un 50 por ciento de comisión; Belfort no entiende si es en serio o qué pero aprovecha la supuesta falla en el sistema y se transforma casi que de inmediato en un tiburón de la pecera donde ha caído.

    Este primer acto es rico en figuras cinematográficas (planos secuencia, foto-fijas, rompimiento de la cuarta pared, travelings de grúa, voz fuera de cámara, narración omnipresente, narración por corte de planos) y como siempre lo más exquisito de una pieza de Scorsese es deleitarse en todos sus recursos; pero el uso de sus herramientas no van en la intención de mostrar lo bueno que es haciéndolo, no es una apología estética o una autoindulgencia ala Paolo Sorrentino (This Must Be the Place, La grande bellezza), es un acto de narrativa, una genialidad en la forma de contar historias.

    La presencia de Matthew McConaughey es efímera, «es polvo de hadas» y sin embargo es tan icónica como la peli misma.

    El segundo acto es una arena donde los actores se van a desenvolver como gladiadores; si, continúan todas las semas intactas del realizador pero ahora la dinámica es concierto para Leonardo DiCaprio y orquesta, concierto para Jonah Hill y orquesta, concierto para Margot Robbie y orquesta, con pequeños solos de Rob Reiner, Jean Dujardin o la sensual avenger Joanna Lumley. Cada uno en su momento y en un ritmo perfecto se roba la cámara y demuestra de qué están hechos frente a Scorsese, frente a nosotros; parafraseando el discurso de Michael Douglas en Los Globo, DiCaprio es un monstruo y aquí lo declara con toda su casta pero Jonah Hill tan sólo es invalidado por él gracias a que le hacen falta más momentos de exposición; en una entrevista a The Hollywood Reporter, con Terence Winter, Martin Scorsese, Leonardo DiCaprio y Jonah Hill, Winter -el guionista- y Scorsese -el director- estaban realmente impresionados de la forma en que Hill improvisaba sus líneas, la idea estaba clara en el aire pero era el actor el que definía los ritmos, las señas, las claves y los finales de su diálogo porque al improvisar podía hacer perder a todo el reparto. Sin embargo, DiCaprio no se queda atrás; quien piense que el californiano ofrece más de lo mismo tiene su olfato tapado y su oído un poco sordo; cada vez más, DiCaprio es más impresionante en su arte, más diestro en sus capacidades y tiene más dominios en su prestancia; es entendible porqué la HFPA (Hollywood Foreign Press Association) le dió mejor desemepeño a un actor por una pieza cómica a Leonardo DiCaprio pero también es entendible el disgusto del actor por el mensaje; The Wolf of Wall Street puede interpretarse como una comedia y aunque a la vuelta del tercer acto empieza todo el drama, no se puede tampoco desfigurar la intención de la pieza como una tragicomedia; el fabuloso guión de Winter nos ofrece un panorama incómodo, repugnante donde la sola sensación de ser testigos nos genera animadversión.

    Tal vez, y este es uno de sus peros, la peli pierde ritmo al inicio de su tercer acto. El personaje de Belfort se va decantando y se va preparando para su desenlace; el universo alrededor conspira contra su exagerada dicha, y es justo en este momento que los momentos de hilaridad ya no son graciosos, el payaso ha sacado su máscara triste y nos deja perplejos; por eso es que The Wolf of Wall Street no es una comedia. No obstante la intención contemplativa de Scorsese permite que se alargue sin necesidad su obra y pierde control de la misma. No es muy grave y es parte también de su rúbrica. «The Wolf» es una de las favoritas con cinco importantes nominaciones; mejor peli, mejor dirección, mejor actor principal, mejor actor de reparto y mejor guión adaptado; no es una competencia fácil y las probabilidades juegan en contra de Scorsese y su equipo este año.

    Standard
    Brit, Comedy, Exploitation, Internet, Miguel Vaca, Movie, New Zealand Cinema, Richard Curtis, Romance, Sci-Fi, Vacacion, World

    About Time

    about_time

    Encontré una buena peli para este fin de semana. About Time comedia romántica dirigida por Richard Curtis, protagonizada por Rachel McAdams y Domhnall Gleeson -hijo de Brendan Gleeson-; es perfecta para pasar un tiempo agradable guardados en la comodidad de nuestras camas y el beneficio de Netflix.

    Divertida, conmovedora y pegajosa tan sólo se ve opacada por su constante repetición de ir y volver al pasado y de pronto por complejizar demasiado el tema, cuando al inicio del tercer acto vuelve a poner otro obstáculo en el nudo de la trama principal innecesariamente, y que podría haber ahorrado casi una hora de cinta.

    About Time relata la historia de una familia donde los hombres pueden viajar a través del tiempo y de alguna forma alterar solamente sus experiencias personales. El nudo de la peli se revela cuando Tim (Gleeson) queda flechado por Mary (McAdams) y por jugar a ser el héroe de otros miembros de su familia se da cuenta que puede sacrificar su felicidad y la de ella. Al lado de ellos Bill Nighy, Tom Hollander, Lindsay Duncan y Margot Robbie (The Wolf of Wall Street).

    Standard